París. El PSG necesita ahora una remontada en patio ajeno para tratar de avanzar en la Liga de Campeones. El Barcelona lo derrotó como visitante en París en una actuación muy cuestionada del arquero Gianluigi Donnarumma.
El portero italiano erró en acciones relevantes del juego, el público le cuestionó y las redes sociales arden.
Una muestra de ello fue el primer gol del equipo español. Donnarumma salió mal en un centro del equipo de Xavi y dejó el balón servido en los pies de Raphinha para poner el 1-0 ante un marco completamente en solitario. Esto sucedió al 37′.
Luego, el mismo jugador culé puso el 2-2 del partido cuando el guardavallas salió mal en un tiro de esquina, el reboté quedó en los pies de Raphinha y le remató al palo del guardameta para celebrar al 62′.
Feliz cumpleaños para Andreas Christensen: el jugador danés, que cumplió este miércoles 28 años, marcó el gol del triunfo del FC Barcelona por 3-2 en el campo del París Saint-Germain, en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones.
Christensen, que había entrado en el partido unos instantes antes, marcó de cabeza en un saque de esquina en el 77.
Antes de ello, su compañero brasileño Raphinha había sido el protagonista con un doblete (37′, 62′) para frenar el empuje de un París Saint-Germain que había llegado a ponerse por delante en el inicio de la segunda parte con los tantos de Ousmane Dembelé (48′) y del portugués Vitinha (51′).
El PSG necesita ahora una ‘remuntada’ (remontada, en catalán) como la que sufrió en 2017 ante el Barça en la noche del célebre 6-1.
Ese choque en el Olímpico de Montjuic se disputará, como en el caso de París, bajo fuertes medidas de seguridad por la reciente amenaza del grupo yihadista Estado Islámico contra la máxima competición europea.
La fuerza de Xavi
Xavi avisó en la víspera del partido que su equipo llegaba en su “mejor momento” de la temporada y el resultado así lo acreditó, en la noche que su club regresaba a los cuartos de la competición cuatro años después de su humillante derrota 8-2 ante el Bayern de Múnich en Lisboa en 2020.
Son ya 12 los partidos seguidos que lleva sin perder el Barça, precisamente todos desde que a finales de enero, tras una dolorosa derrota 5-3 en casa ante el Villarreal, Xavi anunció por sorpresa que al término de la actual temporada abandonará el puesto.
Por contra, la buena racha terminó para el PSG, que llevaba 27 partidos sin caer, desde una derrota en noviembre ante el AC Milan.
Las referencias a “Star Wars”, con la música de John Williams para recibir a su equipo y una enorme pancarta de Yoda con la camiseta del PSG en uno de los fondos, no fueron suficientes para que la fuerza estuviera con el PSG en esta ocasión.
Ronaldinho, invitado de honor
Las primeras ocasiones importantes fueron para el Barça: Raphinha vio cómo Gianluigi Donnarumma impedía su remate por poco en el 5′ y luego paraba uno de sus intentos desde fuera del área (23′).
Entre medias, el defensa Nuno Mendes sacó bajo palos un remate de cabeza de Robert Lewandowski (21′).
Los puntuales acercamientos del PSG a los dominios de Marc-André Ter Stegen eran desactivados: Kylian Mbappé tuvo su mejor ocasión en el 42′, pero su disparo cruzado en el área fue bloqueado por el joven Pau Cubarsí, la nueva perla azulgrana de 17 años.
En la segunda mitad, el PSG salió enrabietado y remontó en un visto y no visto.
Ousmane Dembelé, ex del Barça, empató en el 48′ cuando recibió en el área y, rodeado de una nube de rivales, envió un zurdazo lejos del alcance de Ter Stegen.
Sin tiempo para digerirlo, el Barça recibió el segundo en el 51′, esa vez cuando un pase entre líneas de Fabián Ruiz dejó a Vitinha en una posición perfecta para enviar un tiro cruzado y batir por bajo al guardameta alemán.
La euforia del Parque de los Príncipes se frenó en seco en el 62′, cuando un pase en largo de Pedri, que acababa de entrar en el partido, fue rematado sin dejar caer el balón por Raphinha para poner el 2-2, ante la atenta mirada de su compatriota Ronaldinho, exjugador de ambos equipos e invitado de honor en el palco del Parque de los Príncipes.
Un disparo al palo de Dembelé en el 75′ pudo haberlo cambiado todo, pero en el 77′ fue el Barça el que marcó con ese remate del recién ingresado Christensen en un córner, para llevarse un valioso 3-2 de París.
El imperio PSG necesita contraatacar en la vuelta, donde regresará uno de sus Jedi, Achraf Hakimi (sancionado en esta ocasión), en busca de una nueva esperanza en un torneo que obsesiona al club desde hace años.