Guillermo Sánchez Cantillano se salió del saco oficialista, pero en la misma génesis de su candidatura a la presidente del CON lleva su carga: no está libre de pecado.
Durante los últimos 12 años como miembro del Comité Ejecutivo de ese organismo ha avalado las tácticas "poco ortodoxas" de Jorge Nery Carvajal, quien hoy pretende reelegirse por cuatro años y completar 24 en el poder.
Ingeniero de profesión, Sánchez ahora es víctima de la misma "medicina" que Carvajal le propinó a los balbuceos de oposición durante su longevo mandato: "interpretación correcta" de los estatutos, la cual le permitió ganar una elección tras otra.
Además, el candidato opositor es apoyado por otros dos miembros de larga data en la dirigencia olímpica.
Rafael Vega, quien se postula a poderosa Secretaría General, ya lleva 20 años en el CON, mientras que Luis Cruz tiene 11 años.
Así, la papeleta que quiere destronar al "dictador" (como nombran a Carvajal) aún no logra ganarse del apoyo de quienes se opusieron antes a una dinastía que tuvo el aval de Sánchez y compañía.
Lo mismo. Por eso, un asambleísta que pidió no publicar su nombre exclamó: "La oposición es más de lo mismo, pero con diferente rostro".
Sánchez niega esta percepción y, si bien acepta que estuvo muchos años muy cerca de Carvajal, sostiene que es hora de un cambio.
Como primera medida, en un eventual gobierno el actual fiscal reformará los estatutos del Comité Olímpico para que la presidente no supere dos períodos, con lo cual se acabarían las "dictaduras".
A ello, el desafiante le añade toda una nueva visión del quehacer olímpico en Costa Rica.
Para Sánchez, "ya basta de estar peleando con las instancias deportivas del gobierno" y de presentarse como "limosneros olímpicos" , una frase acuñada por su oponente y que se hizo "célebre".
Pretende crear un nuevo pacto que unifique esfuerzos para el bien del deporte. Así, tendería puentes en el CON, las federación y asociaciones y el Instituto del Deporte y la Recreación (Icoder).
Precisamente este último aspecto le ha dado una excusa perfecta a su rival para presentarlo como "aliado" del gobierno, que de llegar a la presidencia amenazaría la autonomía olímpica.
"Hasta se reúnen en el Icoder", dijo el candidato oficialista.