Santiago de Chile. El árbitro chileno Carlos Chandía, que admitió haberle dado consejos a un portero para atajar un penalti, lo que el guardameta efectivamente consiguió, fue castigado con un partido de suspensión.
La determinación, informó hoy la Asociación Nacional de Futbol Profesional (ANFP), la adoptó anoche el Comité de Arbitros, que consideró "una torpeza" el gesto que Chandía tuvo el pasado fin de semana, cuando le tocó dirigir el clásico Universidad Católica- Universidad de Chile (1-1).
El partido ya se inscribió en los anales de hechos curiosos del futbol chileno, principalmente porque se cobró un penalti que sentenció el resultado, convirtió en héroe a un jugador de campo que lo contuvo, sepultó a un goleador en la ignominia y ahora tiene en la estacada a uno de los mejores árbitros chilenos.
Chandía es uno de los escasos colegiados chilenos con calificación FIFA y fue elegido por amplio margen el mejor de la temporada 2001.
Algunos colegas le critican a Chandía estar demasiado próximo a los jugadores durante los partidos, lo que pudo comprobarse en el clásico, cuando se saludó efusivamente con varios jugadores de ambos equipos, con palmaditas en la espalda incluidas.
Posiblemente esa familiaridad llevó a Chandía a decirle que se tirase a la izquierda al lateral del Universidad Católica Cristián Alvarez, cuando, como improvisado portero, se aprestaba a ser "fusilado" desde el punto de penalti por Pedro González, goleador destacado del Universidad de Chile.
En la jugada del penalti, falta del mismo Alvarez sobre Mauricio Pinilla, se lesionó el portero de la UC, Johnny Walker, y a esas alturas del partido (minuto 71), los cambios ya se habían completado.
González disparó un blando remate y Alvarez, que siguiendo el consejo del árbitro se había lanzado hacia su izquierda, rechazó el balón.
Cristián Alvarez, convertido en héroe, ha sido en estos días más entrevistado que durante toda su carrera.
Pedro González, convertido en villano, eludió los micrófonos hasta que el martes asumió la responsabilidad del error que privó a la "U" de un triunfo sobre su clásico rival.
Todo habría terminado ahí de no ser por la confesión del árbitro, quien aseguró que sólo quiso transmitir a Alvarez la recomendación que desde afuera del área le gritaban sus compañeros, aunque admitió que cometió "una niñería".
Antes de conocer el castigo en su contra, Chandía confiaba en ser absuelto, o a lo más, recibir un castigo leve, como efectivamente ocurrió, aunque luego se mostró conforme con el castigo: "Nos servirá de enseñanza a todos los árbitros".
Edición periodística: Gerardo González y Juan Fernando Lara . Fuente: agencias.