Adicional al trabajo y la convocatoria aligerada por la ausencia de los titulares, Celso Borges aceptó que carga con la presión de la crítica nacida en que su padre, Alexandre Guimaraes, sea el director técnico de la Selección Nacional de Futbol.
El miércoles fue la primera vez que Guima supervisó a su hijo en un encuentro oficial.
"Uno está consciente de la presión que se tiene y, como me dicen mis padres, uno sabe en lo que se mete. Está más que comprobado el porqué de mi convocatoria", expresó Borges.
Sobre la relación con su padre, explicó que hay diferencia entre cada momento en su casa y en el juego, pero siempre mantiene el respeto y la obediencia.
"Dentro de la cancha lo veo como técnico. Como padre lo respeto igual, es magnífico".
Borges se mostró tranquilo a pesar de que minutos antes le habían invalidado un golazo que le habría dado a Costa Rica el triunfo sobre los chapines.
Era un gol de lujo, pero fue anulado porque el tiro libre debió ser una jugada doble y no directa, como se cobró .
"La verdad no sé por qué lo anuló. Nadie vio al árbitro con la mano levantada", indicó Borges tras salir del camerino.