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LIVIGNO, Italia. Iván Parra sobrevoló los puertos de los Dolomitas para lograr ayer su segunda victoria de etapa consecutiva en el Giro de Italia de ciclismo e inscribir su nombre en la lista de grandes escaladores colombianos.
En dos jornadas memorables, Parra condujo 370 kilómetros de escapada en las montañas del norte de Italia, sin ceder a la fatiga.
En Livigno, el hermano pequeño de Fabio Parra, una de las leyendas del ciclismo suramericano (tercero del Tour de Francia 1988) cruzó la línea de meta como gran vencedor, casi dos minutos delante del esloveno Tadej Valjavec y del venezolano José Rujano, otro ciclista del Selle Italia.
"En la etapa del sábado dije que le dedicaba la victoria a mi hijo. Esta vez es para mi mujer Ángela", sonrió Parra, que metió la cabeza entre las manos en la última recta, antes de levantar dos dedos para indicar que había logrado un inesperado doblete.
La prensa italiana mostraba ayer su asombro de que el colombiano estuviera sin contrato a principios de año. No había recibido ofertas de un equipo de élite, del ProTour, y llegó solo en marzo al Selle Italia, dirigido por Gianni Savio, quien se ocupa también de la selección colombiana.
"Yo conocía su valía", explicó en Livigno Gianni Savio. "Pero al final de la temporada 2004 no tenía el dinero para contratarlo. Cuando pude, lo traje. Me repondió rápido que sí venÍa y se preparó concienzudamente. Y todo eso ha tenido fruto".
Parra reconoció que en la salida de la etapa de 210 km., no esperaba lograr el doblete: "Tras mi victoria en Ortisei, dormí muy poco. Estoy muy excitado y emocionado".
