Entre la sorpresa de los Hawks –el mejor récord de la liga a mitad de campaña– y los despistes de los principales candidatos, la débil Conferencia Este no tiene a un contendiente fuerte para batallar por el título de la NBA.
Ningún equipo oriental de la liga está entre los cinco mejores anotadores de la temporada. Hay algunos entre los que menos puntos permiten, pero solo porque enfrentan rivales más fáciles en comparación a lo que es la vida en el duro Oeste.
Hawks y Raptors son buenos, mas carecen de algo crucial: experiencia en play-off . Atlanta no gana una serie de postemporada desde 2011 y Toronto solo lo ha hecho una vez en su corta historia, fue en 2002.
Entretanto, los otros equipos en la parte alta de la tabla, Bulls, Wizards y Cavaliers, luchan por convencer de que las Finales de liga, en junio próximo, no serán un monólogo del Oeste.
Chicago, gracias a que Pau Gasol volvió a su mejor nivel, podría ser un gran contendiente si se mantiene sano, Jimmy Buttler sigue anotando con consistencia, Derrick Rose consigue ser –al menos– una fracción del MVP que alguna vez fue, se esmeran en aplicar el buen esquema defensivo del coach Tom Thibodeau... Son muchas variantes, pero no imposibles.
Los Cavaliers de LeBron James están en crecida desde que el Rey regresó de su lesión y apuntalaron el quinteto estelar con el arribo de J.R. Smith y Timofey Mozgov. Su debilidad está en la banca, pero a la monarquía no se le puede negar el acceso al trono por mucho.
Junto a ellos están unos Wizards que la tendrán difícil para volver a sorprender en play-off, pero seguramente no bajarán cabeza ante nadie, y un Heat que recobró sus atestados con la llegada de Goran Dragic, un base esloveno que si retoma el protagonismo de la temporada pasada, podría hacer que Chris Bosh y Dwyane Wade se olviden de que algún día dependieron de LeBron para jugar finales.