Buenos Aires. La Confederación Sudamericana de Futbol dejó en suspenso una decisión en torno a la Copa América de Colombia el miércoles, pero admitió por primera vez que la realización del torneo corre peligro a raíz del secuestro del dirigente Hernán Mejía.
El organismo expresó ``consternación'' por el secuestro del vicepresidente de la Federación Colombiana de Futbol, quien es miembro del comité ejecutivo de la Confederación, ocurrido el lunes en una zona rural de Colombia.
Agregó en un comunicado que ``esta situación afecta a todo el futbol continental, compromete la realización de la Copa y empaña la buena voluntad demostrada en reiteradas ocasiones con la República de Colombia''.
La Confederación ``se mantendrá en reunión permanente'' y tomará ``en las próximas horas una determinación definitiva'', señala el comunicado.
Antes de que se conociese el documento, el presidente de Confederación Nicolás Léoz dijo en una conferencia de prensa que estaba ``profundamente afectado'' por el secuestro de una persona tan allegada.
``Pedimos a sus secuestradores que lo liberen a la brevedad posible. Apelamos a la conciencia de cada uno de los que estarían involucrados en el secuestro'', agregó.
``Al pueblo colombiano le mandamos nuestra solidaridad, nuestro cariño'', expresó Léoz, quien se encuentra en Buenos Aires con motivo de la final de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y Cruz Azul.
Varios de los integrantes del comité ejecutivo de la Confederación llegaron hoy a Buenos Aires procedentes de Miami, donde asistieron al sorteo de la Copa Merconorte.
Dos veces en semanas recientes, el 17 de mayo en Río de Janeiro y el 5 de junio en Asunción, la CSF confirmó a Colombia como sede del torneo a pesar de la ola de violencia que sacude al país, que incluye varios atentados dinamiteros.
Versiones no confirmadas indican que la actitud predominante en la Confederación es suspender el torneo si Mejía no es liberado y que se tomaría una decisión final el viernes o sábado.
En la misma Colombia, mientras tanto, se planteó por primera vez la perspectiva real de que el torneo no se haga en ese país.
Las autoridades colombianas, que hasta ahora habían insistido en que la seguridad del torneo estaba garantizada, admitieron que tal vez el país no esté en condiciones de organizar el torneo.
El propio presidente de la Federación Colombiana de futbol, Alvaro Fina, dijo en Bogotá que era ``indispensable que Hernán Mejía Campuzano esté con nosotros para la inauguración de la Copa''.
``Yo no podría pedir, ni el país, que la Copa se dispute en Colombia si Hernán sigue en poder de los secuestradores'', manifestó Fina. ``No quiero crear falsas expectativas y estar en contra de la realidad en la que se está viviendo''.