No era el rédito ideal. La Selección Sub-17 consiguió solo un gol de ventaja ante Honduras, en el primer partido del repechaje por un boleto al Mundial de Perú.
La Tricolor ocupaba blindarse anoche de goles, para no sufrir en el segundo partido, el domingo.
Sin embargo, no logró pasar de un parco 2-1. Incluso terminó sacando agua del bote, cuando dos merecidas expulsiones diezmaron al equipo tricolor.
Ambas tarjetas rojas, a Julio García y a Kendall Watson, ocurrieron por barridas imprudentes. Eso deja a la Selección con dos nuevas bajas para el encuentro de vuelta en Tegucigalpa.
Costa Rica tardó en encontrar el camino hacia el arco rival. Desperdició 23 minutos en un futbol estéril, sin proyección, hasta que Celso Borges probó al arquero hondureño con un remate lejano.
Poco después llegó el primer gol, tras un saque del portero Alfonso Quesada que ningún zaguero visitante pudo despejar. César Elizondo siguió la jugada y definió con propiedad para el 1-0.
Ese debió ser el punto de partida para la Tricolor. Mas, antes de que terminara la primera parte, Juan García sorprendió a los ticos con un zurdazo al ángulo, que se convirtió en el empate.
A esas alturas preocupaba el marcador, pero también los errores de bulto a la hora de buscar la parcela contraria: poco futbol asociado, escaso avance por las bandas, débil aporte de la media cancha.
Alivio. Se auguraba un segundo tiempo de calvario, por el previsible cerrojo hondureño. Afortunadamente Borges empalmó un poderoso remate cuando solo se habían jugados dos minutos, y puso a ganar de nuevo a Costa Rica.
Otra vez, la ventaja en la pizarra debía servir como acicate para buscar más. Y es cierto que el equipo se vio un poco mejor a la hora de avanzar hacia la parcela catracha.
Pero llegó la primera expulsión, de García. Jugar con uno menos enfrió todo el ímpetu y, poco a poco, el cuadro tico empezó a ceder terreno y regalar la iniciativa.
Honduras, en tanto, exhibió muy poco. Solo pudo llevar peligro al área costarricense cuando tuvo dos jugadores de más.
No obstante, el domingo estarán en su casa, y no es extraño que un equipo mediocre se transforme en uno peligroso cuando le toca actuar como anfitrión.
Costa Rica hizo anoche los deberes a medias. Ganó el partido, y dio un paso hacia el Mundial, pero se quedó corta. No hay duda: un gol es una ventaja muy frágil.