MADRID (AFP) El CSKA Moscú ganó su sexta Euroliga de básquetbol, la segunda en tres años, al derrotar al Maccabi Tel Aviv por 91-77 este domingo en la final disputada en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid.
Con este nuevo trofeo, el equipo ruso se convierte en el segundo con más títulos de la historia del torneo europeo, por detrás del Real Madrid (8), el año en que cumple 85 años y en el que se celebra el cincuentenario de la competición.
El CSKA ya derrotó al Maccabi en la final de hace dos años, impidiendo a los israelíes hacer triplete y ganar el que habría sido su sexto título. En 2007, el antiguo club del ejército rojo alcanzó de nuevo la final pero fue derrotado por dos puntos por el Panathinaikos, que este año fue eliminado por Belgrado en cuartos de final.
En Madrid, el CSKA dominó lógicamente al campeón de Israel, cuya presencia en la final era de por sí una sorpresa, mientras la formación rusa era esperada a ese nivel, después de una temporada muy homógenea en la que sólo perdió cinco de sus 25 encuentros.
Entrenado por el italiano Ettore Messina, que renovó este domingo su contrato a pesar de los rumores que lo situaba en Barcelona la próxima temporada, el CSKA no tiene equivalente con jugadores como Ramunas Siskauskas, Theodoros Papaloukas, Matjaz Smodis o el norteamericano naturalizado JR Holden.
Esa plantilla de lujo apenas ha sido retocada en los últimos años. "Los clubes que triunfan son los que mantienen sus entrenadores y sus estructuras durante varios años", asegura Messina.
En cambio, el año del Maccabi fue bastante más difícil, ya que en su propio campeonato tuvo dificultades e incluso cambió de entrenador en enero, recurriendo al experimentado Zvi Sherf.
Para llegar hasta la final, el Maccabi compensó sus lagunas de juego con una formidable solidez mental, como demostró el viernes al remontar en semifinales ante el Siena una desventaja de 18 puntos.
En la final, el CSKA Moscú, tras una primera parte equilibrada, encarriló la final al comienzo del último cuarto (68-57 en el 33). Hasta entonces había fallado varias ocasiones de alejarse en el marcador por su torpeza en las distancias cortas, que le impedía pasar de los nueve puntos de ventaja.
Pero era demasiado para el Maccabi, que en ningún momento estuvo en condiciones de acercarse de veras en el marcador, a pesar de las dificultades del lituano del CSKA Siskauskas, elegido mejor jugador (MVP) de la temporada.
El básquetbol ruso repitió así victoria en Madrid, después de que su selección arrebatara el campeonato europeo a España, superfavorita, en septiembre pasado.
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