Sidney. El cubano Anier García se ha coronado hoy en el estadio nacional de Australia como nuevo rey de las vallas altas, al ganar la medalla de oro con una autoridad propia de todo un monstruo sagrado, en los 110 metros, mientras que en el triple salto su compatriota Yoel García obtuvo una plata con sabor a mucho más.
Anier García, de 24 años, alcanzó la gloria olímpica a lo grande. Fue el mejor con diferencia en una final de muchos quilates. No en vano se quedaron fuera del podio el hasta hoy campeón, el estadounidense Allen Johnson, y el plusmarquista mundial, Colin Jackson, que fueron cuarto y quinto, respectivamente.
El cubano, campeón mundial en pista cubierta en 1997, panamericano en 1999 y plata en Sevilla'99, venció con un tiempo de 13.00, que supone además nuevo récord nacional, y superó a los estadounidenses Terrence Trammell (13.16) y Mark Crear (13.22).
Anier García dejó escapar su euforia nada más cruzar la meta. Corrió, saltó, aplaudió, lanzó sus zapatillas al público, se quitó la camiseta... No era para menos. El joven caribeño lograba su éxito más rutilante y le daba al atletismo latinoamericano su primer oro en Sydney tras las platas que hasta entonces habían obtenido su compatriota Javier Sotomayor en altura y del mexicano Noe Hernández en los 20 kilómetros marcha.
Pocos minutos después, Yoel García, que no despuntaba en la alta competición internacional desde que fue campeón mundial en pista cubierta en 1997, rubricó la magnífica jornada en el estadio olímpico con una plata ganada a pulso en el triple, sólo por detrás del británico Jonathan Edwards, intocable con 17,71.
Yoel, nacido el 25 de noviembre de 1973, estuvo en cuarta posición hasta el sexto y último salto, en el que se marchó hasta 17,47, con lo que superaba al ruso Denis Kapustin (17,46), al inglés Onochie Achike (17,29) y a su compatriota Yoelbi Quesada, quien acababa de colocarse tercero con 17,37 y que al final se quedó a un paso del podio.
La que no pudo rubricar su sueño australiano fue la mexicana Ana Guevara. La campeona panamericana de los 400 metros había llegado milimétricamente a la final, sin fallar un ápice en el plan que se había trazado.
En cambio, en la prueba definitiva no pudo abrir un hueco aún más importante en la historia y se tuvo que conformar con un muy digno quinto lugar. Los honores fueron para el ídolo local, Cathy Freeman, casi intratable y solamente inquietada por la jamaicana Lorraine Graham, quien al final no pudo con la atleta aborigen.
En la versión masculina, Michael Johnson reverdeció sus laureles de manera casi insultante y el brasileño Sanderlei Claro Parrela, plata en Sevilla'99, fue cuarto. En esta carrera se echó de menos al mexicano Alejandro Cárdenas, bronce en la cita mundialista, quien cayó en la segunda ronda de Sydney.
Dentro de la frenética actividad del atletismo cubano, Zulia Calatayud no tuvo opción de podio en los 800 metros, prueba ganada por la mozambiqueña Maria Mutola (1:56.15), y fue sexta con 1:58.66, su mejor marca personal.
Tampoco la tuvo el mexicano David Galván en los 10.000 metros, aunque estuvo buena parte de la prueba con los grandes favoritos. Cuando la carrera se lanzó a un frenético final ya no pudo seguir con ellos pero obtuvo una digna decimotercera posición con un tiempo de 27:54.36. Ganó, como estaba previsto, Haile Gebrselassie, aunque tras un impresionante esprint con el keniano Paul Tergat, plata.
La cubana Daimí Pernia, campeona mundial y panamericana, se metió en la final de 400 metros vallas sin apuros, y el brasileño Eronildes Araujo, cuarto en Sevilla'99, hizo lo propio. Ambos fueron segundos de sus series con 54.92 y 48.76, respectivamente.
En cambio, el que no pudo progresar fue el dominicano Félix Sánchez, quien sólo fue séptimo en su semifinal con 49.69, por lo que no pudo ni siquiera rebajar su marca personal (48.33).
En la sesión matinal, al margen de la clasificación de los cubanos Iván Pedroso y Luis Méliz para la final de salto de longitud, con las mejores marcas de los participantes, su compatriota Aliuska López pasó a la segunda ronda de los 100 metros vallas con facilidad gracias a su tercer puesto en su serie con un tiempo de 12.97, y por la tarde certificó su pase a las semifinales con el mismo lugar y un crono de 12.92.
Pedroso presentó sus credenciales para hacerse con el oro que le falta en su exitosa carrera, con un salto de 8,32 al segundo intento, y Méliz demostró sus aspiraciones de podio con 8,21.
La participación de las otras dos sudamericanas por la mañana fue anecdótica. La argentina Verónica de Paoli hizo el peor tiempo de las series en 100 metros vallas (14.61) y la paraguaya Mariana Canillas también ocupó el último lugar en la clasificación de disco, con una marca de 32,31, 19,65 metros menos que la que le precedió, la australiana Daniela Costian.