Ya en frío, ¿qué sentimiento le dejan estos Juegos?
Muchísima satisfacción por un proyecto exitoso a nivel de organización, de resultados deportivos, porque a veces se organizan las fiestas para los otros, pero esta vez se cumplió la mejor de nuestras expectativas. Habíamos calculado ganar 76 medallas de oro, nuestro objetivo más positivo eran 95 medallas, y ganamos 93. Se perdieron más de 20 medallas que dábamos por ganadas, pero también se ganaron 20 o más que no esperábamos, entonces se dio un balance positivo para nosotros. A nivel de organización, todos los días tuvimos que resolver muchas situaciones y cumplir con aspectos importantes como transportes, alimentación, hospedaje y la organización técnica de los diferentes eventos.
¿Fueron estos los mejores Juegos de la historia?
No se trata de crear competencia, pero definitivamente han sido los mejores. Yo he estado en muchos juegos del Istmo, y del Caribe, y le puedo asegurar que los que estuvieron mejor organizados, en logística, espectáculos; en fin, superó muchos eventos en los que he estado.
Entonces, ¿por qué organizarlos hasta ahora?
Porque era el momento idóneo, porque había un Comité Olímpico que impulsara los Juegos, el apoyo incondicional de la Presidenta, la voluntad política para apoyar un proyecto tan ambicioso a nivel deportivo. En 36 años que tengo de estar en deporte, nunca había visto un Gobierno tan comprometido, no de palabra sino con hechos y recursos como el actual. La armonía con la que trabajaron el Gobierno, las federaciones y la municipalidad es lo que nos permitió tomar ese riesgo.
Con el presupuesto limitado que se dio para preparar a los atletas se logró tanto, ¿cómo hacer para que se mantenga ese apoyo?
Eso es simplemente voluntad política. Los fondos están, hay de donde tomarlos, cuando comparamos el presupuestos nacional con el que puede necesitar el deporte realmente es mínimo, pero cuando hay voluntad política se puede. Lo más importante no es solo lo que se obtuvo a nivel de infraestructura o deportivo, si no lo que habrá de aquí en adelante. En los países donde se organizan juegos Centroamericanos o Panamericanos, el deporte evoluciona y esperamos que Costa Rica no sea la excepción. Nuestra prueba de fuego será en cuatro años, cuando veremos si hubo sostenibilidad en esa inversión de recursos y esa planificación, si se mejoró la infraestructura deportiva, con los resultados que tengamos a nivel deportivo podremos decir si valió la pena. Porque ahora es una ilusión, un sueño realizado para atletas, entrenadores y dirigentes, pero lo más importante es darle esa sostenibilidad.
¿Cómo mantener esa semilla del olimpismo que se sembró en muchos barrios del país?
Con inversión y planificación. No solo es dar recursos por darlos, sino invertirlos adecuadamente y planificarlos. Con menos recursos que países como Guatemala, podemos obtener buenos resultados. La inversión en infraestructura también es importante, que los atletas tengan dónde entrenar.
¿Volverá Costa Rica a ser sede de unos Centroamericanos?
Perfectamente lo podemos hacer, pero las sedes van rotando. El Salvador, Guatemala, Panamá, todos van a querer hacerlos, habrá que esperar el turno o ver si alguna otra sede no puede realizarlos.