Liberia. Sin tener certeza aún sobre lo que habría provocado una supuesta violación al reglamento del control de dopaje, el cuerpo técnico y la junta directiva de Liberia aún no salían ayer de la incertidumbre y molestia.
El hecho de que los nombres de los jugadores Carlos Alemán y Leonardo Jiménez fueran de dominio público antes de notificar al club o a los involucrados, provocó malestar en la pampa.
Para Manrique Sibaja, presidente liberiano, los términos del informe no son claros.
"Debemos reunirnos con los jugadores antes de emitir algún criterio. Si ellos manifiestan desconocimiento y que no ha sido adrede, pediremos el análisis de la contramuestra, si por el contrario aceptan el hecho esperaremos lo que pueda venir", aseveró.
Un criterio similar externó el técnico Juan Diego Quesada.
"Los jugadores son seres humanos y pueden cometer errores; como técnico es la primera vez que me pasa", manifestó Quesada.
"Yo creo en ellos, vamos a escucharlos y los apoyaremos hasta donde el reglamento lo permita. De haber sucedido seguro fue por una acción personal de cada uno de ellos sin mala intención", agregó.
Aunque se intentó hablar con ambos futbolistas a la salida del vestuario, el único que se refirió al tema fue Alemán, quien manifestó que desconocía el informe y que hasta que se reuniera con el presidente emitiría un criterio.
Por su parte, Leonardo Jiménez, quien jugó todo el encuentro, permaneció dentro del camerino.
Todas las partes involucradas señalaron que si el informe es positivo aceptarán el castigo, aunque indicaron que es un tema nuevo en el futbol tico, y los jugadores deben informarse más sobre dopaje.