Fueron 23 días los que estuvo lejos del país, apartado de su familia, el estudio, Heredia -donde radica- y todo lo que podría extrañar de Costa Rica.
Edgardo Rojas Alfaro, quien a sus 13 años ostenta los títulos de campeón nacional y latinoamericano en la categoría de los 85 centímetros cúbicos (cc), habló, a su llegada, del buen paso que tiene por el motocross estadounidense, la relación con el prestigioso Team Green de Kawasaki, y la participación que tuvo dentro del Instituto de Motocross de Gary Bailey.
-Edgardo, ¿durante todo el tiempo que estuvo en Estados Unidos, en qué carreras participó?
-En una oficial y dos fogueos. La primera, que se realizó en Georgia, era la clasificación de área por el Campeonato Nacional de los Estados Unidos, en la que corrí en los 85 cc stock y modificado, y en los 100 cc o supermini. Ahí gané mi boleto para estar en la clasificación regional, a realizarse en junio, y, si gano, iré a la final nacional, que será en setiembre.
-Y los fogueos, ¿dónde fueron?
-En Okala y Carolina del Norte; en ambos terminé de primero en las tres categorías.
-¿Qué tan alto es el nivel de sus rivales?
-Se lo voy a explicar de este modo, mientras que aquí (en Costa Rica), no tengo a nadie que me presione, allá, en cada competencia hay ocho o nueve pilotos que tienen mi mismo nivel.
-Entonces, ¿cuál es la razón de los triunfos?
-Pienso que en gran parte se debe a la ayuda de mis patrocinadores, como Kawasaki, No Fear, Pro Circuit, entre otros; además, mis padres y la familia Parsons, donde me dan hospedaje mientras corro en Estados Unidos.
-¿Le resta méritos a sus virtudes?
-No, no, lo que pasa es que uno puede tener talento natural, pero si no hay recursos para explotarlo, entonces todo se desaprovecha.
-¿Por ello es que asistió a la escuela de Gary Bailey?
-Si, es una experiencia en la que aprendí mucho, sobre todo a sacarle el máximo provecho a la moto. Ahí enseñan detalles del clutch, freno y la técnica de los saltos. Siento que aprendí no solo sobre la máquina, sino también sobre mí.
-¿Cuántos días estuvo en el instituto?
-Cuatro, pero muy intensos, ya que casi todo el día pasábamos practicando en diferentes secciones de la pista: curvas, rectas, salidas, saltos, etcétera.
-¿A qué se debe la incursión en la supermini?
-Mi edad y tamaño me impiden correr en una de 125 cc, por lo que el Team Green me dio una de 100 cc, que es un poco más grande que la de 85 cc, pero menos pesada que la de 125. La intención es que no me estanque en las de 85.
-¿Desde cuando la maneja?
-Desde enero, pero pienso que me he adaptado muy rápido, ya que he ganado en todas las carreras. Me gusta porque es alta y no se queda pegada en la arena, como a veces pasa con la de 85.
-Con lo hecho hasta ahora, ¿cuáles son tus intenciones dentro y fuera del país?
-En Costa Rica y Latinoamérica espero revalidar los títulos que tengo. En Estados Unidos voy bien y quiero seguir así, aunque sé que el camino es difícil. Volveré en junio para las regionales, por lo que tengo que prepararme muy bien.
-¿Qué quiere del motocross?
-Siento que puede dar mucho y quiero poner lo más alto posible el nombre de mi país. Voy a trabajar para llegar al nivel profesional de los Estados Unidos, que es el mejor del mundo.
-¿Seguirás con el Team Green?
-Ahorita ellos están contentos conmigo y hasta me sacan en su revista. Su respaldo es importante pero tengo que ganármelo dentro de la pista.