Salió con bronca. Se le veía a leguas.
Leonardo Durán no es de armar peleas. No es bochinchero. Mas su disciplina no le impide levantar la voz y denunciar lo que considera una injusticia.
De camino al vestuario se tropezó con dos periodistas. Y lo dijo.
"Esa bola nunca me pegó en la mano. ¡Jamás!".
Durán recriminó la decisión del árbitro Rodrigo Badilla, quien señaló, a 14 minutos del final, la pena máxima que le permitió a Saprissa establecer diferencia sobre San Carlos.
Fue un centro desde la derecha que Durán intentó despejar. ¿Con el pecho? ¿Con la mano?
"Es triste que un equipo de los llamados pequeños haga un trabajo responsable y todo se vaya a la borda por un error del árbitro", se lamentó.
Y prosiguió: "La pegué con el pecho, con el puro centro del pecho. Nunca me tocó el brazo. Es más, (Badilla) no tenía buena posición para ver la jugada".
El zaguero sancarleño también señaló que, pocos minutos después, el réferi dejó de señalar una supuesta falta contra su compañero Luis Martínez, en el área de Saprissa.
"Es increíble. Hicimos un gran trabajo, pero todo se fue por la borda, y por culpa de un error así".