El reencuentro de Leonel Moreira con Saprissa en el Fello Meza fue hasta peor del que pudo vivir en la Cueva

Desde el primer segundo que salió a calentar se metieron con él; es más, los fanáticos de la S que abarrotaron el Estadio José Rafael Fello Meza lo siguieron con mucho detenimiento, puede que hasta más que a sus propios futbolistas. Cada remate que no pudo detener el meta del Puntarenas FC en la entrada en calor se celebró como un gol y los silbidos iban y venían.

Empezó el compromiso y todo escaló. Si cortaba un centro venían los reproches, si demoraba en los saques de puerta aumentaban los insultos y con sus tapadas caían en cascada los gritos contra él. Moreira nunca cayó en las provocaciones y sacó a relucir la experiencia que acumula a sus 34 años.

Incluso, en el segundo tiempo le tocó defender el arco sur, donde se ubicó la Ultra y desde el sitio donde peor lo trataron. Con solo dirigirse a esa zona, para el complemento, vinieron los cánticos denigrándolo y se sumaron la gran mayoría de los presentes en el Fello.

Su respuesta fue en la gramilla, con un tapadón en el minuto 47 ante un remate que lo obligó a lanzarse hacia su derecha y en el 65′ frente al intento de Sabin Merino, al que le negó el tanto con su lance abajo a la izquierda. Por más que no lo quieran para nada, los mismos fanáticos reconocieron con sus gestos que las dos manos fueron salvadora y de alto nivel.

Al 85’ volvió a aparecer para negarle el gol a Mariano Torres, de forma extraordinaria.

Leo portó la cinta de capitán y es que en esta nueva etapa lejos de la Liga se le ve disfrutando. No solo es figura dentro de la cancha y pilar para que el PFC luche arriba en el Torneo de Clausura 2025, sino que en el plantel lo valoran como un líder positivo.

Será en otro momento que el arquero vuelva a la Cueva, pero difícilmente lo traten peor, a nadie se le olvida que escribió mucha historia con Alajuelense y con el Club Sport Herediano. Los morados se lo reconocieron, a su manera, y el meta les respondió al no inmutarse.