Tocar la plaqueta electrónica antes que ninguna otra nadadora será su misión en el 200 libre; tratar de hacer el toque lo más rápido que el cuerpo se lo permita, la del 800 libre.
Así nadará hoy Claudia Poll en la Piscina Communale de Imperia, Italia, donde dará inicio la penúltima de las nueve fechas que componen la Copa Mundial FINA de piscina corta.
Y aunque ambas misiones parecen lo mismo, en el fondo no lo son, porque en el 200 la prioridad para la nadadora costarricense será ganar la medalla de oro, en detrimento del tiempo que haga, mientras que en el 800 la meta es realizar el mejor tiempo posible, dejando de lado la preocupación de si en el podio la premian con oro, plata o bronce.
Y en medio de ese plan diseñado por su entrenador, Francisco Rivas, Claudia también deberá ocuparse de no agotar sus reservas físicas en la recta final de la Copa.
En el 200, donde aparece como favorita al triunfo gracias a su tiempo de inscripción (1:58.87), no podrá gastarse todas sus fuerzas, pues antes de que termine el día deberá volver a la moderna alberca para afrontar el 800.
Y en esta última y larga prueba, donde está sembrada de tercera (8:28.72) por debajo de las holandesas Kirsten Vlieghuis (8:21.94) y Carla Geurts (8:25.33), deberá recordar que el día siguiente la esperan rivales que llegarán descansadas a las eliminatorias y finales de 100 y 400 libre.
"Y hay que recordar que un día después (el viernes) viajamos a París para el último torneo de la Copa (sábado y domingo)", le añade Rivas, como si el trajín en tierras italianas no fuera suficientemente desgastante.
"Pero a pesar de eso y otra serie de adversidades (se refiere al extravío del equipaje en su traslado de Suecia a Italia, así como el frío que azota este último país), parece mentira que Claudia siga manteniendo una actitud tan positiva.
"Eso solo se logra con la experiencia y la calidad de una campeona, como lo es ella", le reconoce el entrenador, quien opina que las competencias de Imperia y París prácticamente representan un solo certamen de cuatro días. "Nunca habíamos tenido una gira tan dura y que durara tanto tiempo".
Ese aprendizaje cosechado desde el torneo en Brasil, a principios de mes, pasando por tierras suecas y ahora el cierre en Italia y Francia, representa el principal logro del "pequeño equipo" costarricense, que encara la Copa FINA como preparación para la temporada de piscina larga y, especialmente, los Goodwill Games de julio próximo en Nueva York (EE. UU.).
Porque Rivas sabe, y lo confesó a La Nación desde su hotel en Imperia por l vía telefónica, que el sueño que se trazó antes de partir a Río de Janeiro, de reconquistar el título de largas distancias y conseguir el de velocidad en la Copa, es casi una quimera.
"Creo que vamos a pelear por el tercer lugar en la larga distancia y el cuarto en la velocidad. Pero todo se va a resolver en París".
Eso será hasta el fin de semana venidero. El hoy para Claudia es ganar el 200 en Imperia, para reinvindicarse de la derrota que sufrió en esa distancia en Suecia, y superar el 8:34.46 que le deparó el bronce en el 800.