Nueva York. DPA, EFE y AP Hasta el golfista estadounidense Tiger Woods fue testigo el domingo anterior del intratable paso que muestra el tenista suizo Roger Federer.
Woods, a quien Federer quería conocer desde hace algún tiempo, vio cómo en dos horas y 27 minutos este derrotó a Andy Roddick, también de los Estados Unidos, en la final del abierto de Nueva York.
A los 25 años Federer sumó la novena corona en el Grand Slam –41 en su carrera–, lo que le colocó a solo cinco de Pete Sampras (EE. UU.).
Roy Emerson, de Australia, sumó 12, Bjorn Borg (Suecia) y Rod Laver (Australia), 11 cada uno, y Bill Tilden (EE. UU.) tiene 10.
Como los grandes del deporte mundial, Federer demostró que la suma de triunfos no sacia su apetito, sino que lo alimenta.
“En el 2003 llegué aquí por primera vez como campeón de Wimbledon y la gente me decía: casi nunca ocurrió que alguien ganase Wimbledon y el US Open seguidos. No me importaba, iba a intentar ganar el US Open y miren lo que ocurrió, no paro desde el 2004”, dijo.
La gente no le engañó, porque ningún hombre había conseguido triunfar en Londres y Nueva York desde que el mítico Don Budge lo consiguiese en 1937 y 1938.
Federer no solo igualó la hazaña de Budge, sino que la superó con tres dobletes en 2004, 2005 y 2006.
Alcanzar además las cuatro finales de los Grand Slam en el mismo año lo sitúa también en una lista aparte. Solo cinco tenistas lo habían logrado antes.
Otro de los datos impresionantes del suizo es que alcanzó sus nueve coronas tras empezar en el tenis de la ATP en 1998: 1,1 por año.
Para este 2006 Federer lleva un balance de 70 triunfos y cinco derrotas. El único torneo grande que se le escapó fue el Roland Garros de París, donde perdió la final contra el español Rafael Nadal.
El suizo completó 136 semanas consecutivas al frente de la clasificación mundial, haciendo peligrar la marca de 160 de Jimmy Connors (EE. UU., desde agosto de 1973).
El número uno del mundo es consciente de que todos intentan ganarle, pero también sabe que su consistencia y rendimiento en el campo no baja de nivel, sino que de alguna manera lo eleva y de momento desbancarlo del pedestal en el que se encuentra no será fácil.
Máxime que ya advirtió que quiere alcanzar a Woods, de 30 años, y quien tiene 12 coronas.
Tras un descanso intentará ayudar a Suiza a seguir en el Grupo Mundial de la Copa Davis.