Madrid, 26 ene (EFE).- El húngaro Miklos Feher, delantero del Benfica, añadió su nombre a una triste lista de futbolistas fallecidos en un terreno de juego hoy, justo siete meses después de que el camerunés Marc-Vivien Foé sufriese un colapso durante la Copa de las Confederaciones disputada el pasado verano en Francia.
El futbolista magiar falleció hoy en el hospital de Guimaraes por una parada cardiorrespiratoria, según confirmaron fuentes del club portugués, tras desmayarse en medio del partido que jugaba su equipo contra el Vitoria de Guimaraes.
Su caída en el terreno de juego recordó, de inmediato, otro caso tristemente famoso, el de Marc-Vivien Foé. El jugador africano se desplomó en el campo mientras disputaba un encuentro de la Copa de las Confederaciones, torneo organizado por la FIFA el pasado mes de julio en Francia.
Su caso fue el más sonado de los tiempos más recientes, pero lamentablemente no fue el último, ya que sólo una semana después, Max, defensa del Botafogo de Sao Paulo, de 21 años, sufrió un aneurisma cerebral en plena disputa de un partido en Riberao Preto (Brasil) y falleció poco después en el hospital.
También el año pasado, en el mes de febrero, el árbitro paraguayo José Roberto Rodás falleció tras sufrir un ataque al corazón mientras dirigía el amistoso entre Guaraní y Olimpia que se disputaba en Asunción. Pese a los intentos de los servicios médicos por reanimarle, Rodás murió mientras era trasladado en una ambulancia.
En noviembre de 2001 Ernesto de la Torre, del Cajarrioja murió a consecuencia de un paro cardiaco mientras jugaba un partido de baloncesto.
En España es obligatoria la presencia de un médico en el terreno de juego desde que en 1996 el portero del Granollers de balonmano chocó con un rival y estuvo varios segundos inconsciente hasta que un médico que pasaba casualmente por el campó le atendió y salvó su vida. Desde entonces la ley recoge la obligatoriedad de la existencia de servicios médicos en los campos.
El año pasado, en Chipre, un futbolista murió cuando corría a ayudar a un compañero lesionado. Michalis Michael, delantero del Onisilos Sotiras, comenzó a marearse cuando iba a ayudar al portero de su equipo y cayó desplomado al césped. Falleció poco después.
El maratoniano español Diego García falleció víctima de un infarto mientras se entrenaba en marzo de 2001, deceso que se achacó al síndrome de "muerte súbita".
El año anterior murió un jugador turco por la caída de un rayo en el terreno de juego donde se iba a disputar un partido entre aficionados. Ese mismo año había muerto un jugador de baloncesto colombiano, Carlos Mario Gamboa, a consecuencia de un golpe en la cabeza que terminó con su vida.
El futbolista ecuatoriano Mario Reinoso falleció a los 23 años de edad cuando iba a realizar una prueba de evaluación de su estado físico. EFE
dep/cmm