Para ganarse un lugar en la historia de dos disciplinas deportivas se debe ser disciplinado y talentoso, pero El Gallego Armijo, superó los límites: su alma es dura como el acero.
Alberto nació en Nicoya, Guanacaste, en el seno de un hogar español, pero creció en San José. Entre 1937 y 1939 integró las ligas menores del Saprissa, antes de pasar a la tercera división del Orión.
En 1944, debutó en la máxima categoría y, para entonces, ya brillaba como basquetbolista del equipo Seminario.
Fue alumno y futbolista de la UCR, de 1945 a 1951. Con el equipo celeste fue goleador en 1950, tras anotar 25 goles en 14 partidos.
Después de graduarse como ingeniero agrónomo, jugó con la Sociedad Gimnástica Española, La Libertad y el Cartaginés, hasta retirarse en 1962.
Con la Tricolor disputó tres torneos Centroamericanos y del Caribe, los Juegos Panamericanos de 1951 y el Panamericano de Futbol de 1960.
Al baloncesto le dedicó 20 años de su vida. Jugó para el Seminario de 1950 a 1960, ganó tres títulos, reforzó a varios equipos y fue calificado como el “mejor alero del país”.
Tras su retiro deportivo laboró en el Banco Nacional y en el Banco Central de Costa Rica, hasta pensionarse en 1984.
Alberto acaba de cumplir 77 años, está casado y tiene 4 hijos y 9 nietos. Vive en barrio Los Sauces, en San Francisco de Dos Ríos, e ingresó a la Galería del Deporte en 1987.
En el Seminario nos pagaban con vino, queque seco y 2 pesos para ir al teatro Raventós”
Alberto Armijo Pujol
Exdeportista nacional