Froylán regresó con gol

Pero, no dijo nada... El muchacho, a quien la afición saprissista aplaudió sin mezquindad, no emuló a sus compañeros al salir del camerino. Al parecer, estimó suficiente lo dicho con sus piernas en el césped: dos goles.

Ya bañado y aún sudoroso, caminó como perdido por la zona de vestidores. La prensa detrás. "Froylán", "Ledezma", " Cachorro ", "Señor", "Don Froylán", "Un minuto, por favor"...

No, no y no. ¿Por qué no, Froylán? "Porque no", respondió el corpulento jugador. Y su dedo índice no dejaba de moverse como un péndulo. Del no al no, en repetidas veces, frente a quienes quisieron escucharlo sobre su buena demostración ayer, en la presentación oficial del Sapri .

A uno de los canales de televisión sí le habló. Dijo estar contento por los dos goles que anotó y resaltó una de sus virtudes: "Yo siempre lucho hasta el último final".

"Como no hubo palabras, yo esperaría que hablen sus hechos", comentó un compañero suyo, que prefirió no revelar su nombre.

Así fue el regreso de Ledezma al futbol nacional. Tras su olvidable paso por la planilla del Ajax de Holanda y su fugaz intervención en Paraguay, ayer estrenó la camiseta número 34 en el Saprissa.

El discurso de Froylán sí fue fluido en la cancha, con las piernas y el trabajo de sus músculos, ahora recubiertos por algunos gramos extra. Pese a su evidente gordura, es desequilibrante, rápido de pensamiento, potente y temible goleador.

Ayer jugó ligeramente tirado hacia la derecha, donde logró agradables jugadas con Athim Rooper, otro nuevo en el Saprissa.

Los 30 minutos patentaron que el apellido Ledezma podría tener cabida en la planilla morada, como los directivos esperan ratificar en el transcurso de estas dos semanas.

Según el vocero del Saprissa, Manuel Muñoz, los morados asumieron una deuda (no precisada) del Cerro Porteño paraguayo y esperan la firma del jugador y el pase internacional desde tierras guaraníes.

Froylán habló con goles en su regreso.