BARCELONA. La escudería BAR-Honda fue sancionada ayer con dos carreras de suspensión después de incumplir las reglas en el Gran Premio de San Marino, el castigo más fuerte contra un equipo de la Fórmula Uno en los últimos 20 años.
BAR no participará el domingo en el Gran Premio de España ni tampoco estará el 22 de mayo en Mónaco. De forma retroactiva también fue descalificado del Gran Premio de San Marino que se corrió el mes pasado en el circuito de Imola.
En esa carrera, el británico Jenson Button terminó tercero y su compañero de equipo, el japonés Takuma Sato, fue quinto.
El puesto del inglés fue confirmado después de seis horas cuando los comisarios convocaron a los representantes de BAR y se pesó el coche con y sin gasolina.
La Federación Internacional de Automovilismo (FIA), entidad que dirige la Fórmula Uno, apeló entonces la decisión de los comisarios de no tomar medidas por el bajo peso del coche de Button.
Petición. La FIA pidió el miércoles ante un tribunal que le prohibiese a BAR competir por el resto del campeonato y que fuese sancionado con un millón de euros.
Después de que el tribunal mostrase ayer su apoyo a la apelación, el presidente de la FIA, Max Mosley, dijo que el coche de BAR era más ligero de lo permitido.
"Se le pidió al equipo que vaciase el coche de gasolina. Dejaron 15 litros en el depósito y nos dijeron que estaba vacío" declaró Mosley.
"En estas circunstancias, consideramos que se les trató con excesiva misericordia", agregó.
Una sanción de seis meses que iba a entrar en vigor después del Gran Premio de Mónaco fue suspendida durante un año, indicó el comunicado de ayer.
El tribunal dijo que no encontró evidencias de fraude por parte de BAR, que había negado cualquier intento de engaño.
"No es posible para el tribunal encontrar, en base a las pruebas que fueron suministradas, que BAR cometiese un fraude deliberado", expresó.
Dijo, sin embargo, que habían mostrado "una importante negligencia y falta de transparencia".
Nick Fry dijo que BAR estaba "sorprendido por la decisión del Tribunal Internacional de Apelación de la FIA".
Agregó que su equipo "probó que cumplió con las actuales reglas y la FIA admite ahora que la normativa es ambigua".