Los goles de la fiesta albiceleste fueron marcados por Messi (10’), Gonzalo Higuaín (13’), Tévez (34’) y Sergio Aguero (90’), en tanto que la Roja descontó con un tanto del delantero Fernando Llorente (83’).
Desconcentrada y floja, la zagaespañola era una invitación elegante a penetrarla por cualquier flanco, aunque el más endeble era el de Álvaro Arbeloa, por donde se filtraron los dos primeros goles.
Dos inspiraciones súbitas de Tevez, con sendos pases a fondo, de aquellos que duelen en el corazón, fueron conectados por definiciones magníficas de Messi e Higuaín.
La Pulga tendió un puente de plata, por primera vez, con el público argentino, que lo premió con una ovación en casa cuando pudo verlo en acción a la altura de su juego explosivo e implacable, deleitado con un toque de maestro, picando el balón por encima de José Manuel Reina para abrir el marcador.
De nuevo se le prendió la lamparita a Tevez al meter un pase adentro del horno del área, donde la pelota quema a muchos menos al Pipita', cuya serenidad de matador sin piedad le permitió eludir al portero y anotar el 2-0.
Mientras decenas de miles saltaban, España se mantuvo deshilvanada y sin alma hasta el 30’.
Despertó súbitamente con David Villa, tras un tiro que hizo temblar la unión de poste y travesaño.
Pero al 34’, Tevez tuvo su premio con el gol que le hizo a Reina, quien le regaló el balón en una acción mezcla de infortunio e impericia.
El nuevo ritmo lo imprimieron Fernando Llorente como amenaza ofensiva en pelotas áereas y la velocidad de Jesús Navas con el talentoso Xavi para mover los hilos y poner orden en el caos ibérico.
Llorente descontó en lo que parecía un resultado mas justo pero Aguero entró en escena en otro aluvional ataque argentino para marcar el 4-1 final en el 90’.