Liberia. Si en la fase de grupos la selección de Japón se colgó a sí misma el cartel de favorita a ganar el Mundial Femenino Sub-17, ayer simplemente lo ratificó.
La victoria sobre México 2-0 no fue sorpresa y cumplió con los pronósticos de la previa de los cuartos de final en Liberia.
Aunque las aztecas salieron a jugarle a las niponas sin complejo alguno, quedó clara la superioridad de criterio, sistema y capacidad de juego de las asiáticas, no solo sobre las mexicanas, sino sobre cuanto rival enfrentaron hasta el momento en el Mundial.
Es más, las japonesas son el mejor ejemplo de lo que significa el juego colectivo en el fútbol: asociaciones en todos los sectores de la cancha y máximo dos toques para trasladar la pelota en el terreno de juego, principalmente a ras de suelo y haciendo fuerte una de sus armas letales, la velocidad.
Todo eso lo hacen posible gracias a la figura de la “10” nipona, Hina Sugita, guiando a su equipo a una buena demostración de orden táctico, dejando claro que en el fútbol femenino hay mucho talento, y más aún, en categoría infantil.
La habilidosa capitana una vez más fue la bujía ayer y comandó la creación ante México, a pesar de los primeros cinco minutos en los que las aztecas lograron maniatar a las asiáticas, pero hasta ahí.
Bastó que cayera el 1-0 al minuto 11 para que Japón se adueñara de las acciones por completo.
La encargada de abrir la cuenta fue Yui Hasegawa, en la jugada más enredada del partido y que desencadenó un entrevero en el área chica que la número 8 nipona terminó por enviar al fondo.
La buena actuación de la guardameta mexicana Emily Alvarado evitó en dos paradones otro gol japonés. Inclusive la meta tapó el penal a Hasegawa, pero no pudo evitar el gol en el rebote de Hina Sugita al 43', tras el desamparo que sufrió de sus compañeras en el penal.
Sin reacción. En la segunda mitad del juego México lo intentó, pero fue imposible siquiera intimidar a las niponas en su zona defensiva.
Por el contrario, Japón continuó con la iniciativa, sin importarle que con el 2-0 estaba sentenciado el negocio hacia la semifinal.
La única culpable de que el marcador no fuera más abultado y sonrojante para las aztecas fue la portera Emily Alvarado.
Cinco tapadas suyas que ya se convertían en grito de gol de las japonesas fueron determinantes. A eso hay que sumarle tres disparos que las niponas estrellaron en el poste en el segundo tiempo.
Fue así como Japón levanta la mano y va en serio por la final, pero deberá saltar el difícil escollo en semifinales que será Venezuela.
Japón 2-México 0
Japón: Mamiko Matsumoto 6; Shiho Matsubara 7, Hikaru Kitagawa 6, Nana Ichise 7, Asato Miyagawa 6, Rikako Kobayashi 7; Yui Hasegawa 8, Rana Okuma 7, Hina Sugita 9, 7, Fuka Nagano 6; Yu Endoi 6. D. T.: Asako Takemoto Takakura.Cambios: Mizuki Saihara 6 (Endo, 60’); Maki Hiratsuka -- (Kobayashi, 75’); Meika Nishida --(Hasegawa, al 85’).
Titulares: Emily Alvarado 7, Vanessa Flores 6, Rebeca Bernal 5, Kimberly Rodríguez 5, Eva González 6, Janae González 6, Cinthia Huerta 6, Belén Cruz 5, Jacqueline Crowther 5, Gabriela Martínez 5 y Viridiana Salazar 5. D. T.: Leonardo Cuellar.Cambios: Rubí Villegas 6 (Huertas, 46’); Natalia Villarreal 6 (Salazar, 71’); Monserrat Hernández -- (González, al 84’).
Goles: 1-0 (11’): Yui Hasegawa (Matsubara). 2-0 (43’): Hina Sugita (Hasegawa). Árbitro: Carina Vitulano (italia) 6, con las griegas Panagiota Koutsompou y Ourania Foskolou como asistentes. Estadio: Edgardo Baltodano Briceño, Liberia. 5 p. m.