Inglaterra alcanzó su primera final del Mundial femenino de fútbol y deberá enfrentar a una crecida España, tras vencer 3-1 a las locales Australia.
El triunfo de las inglesas sepultó el sueño de las anfitrionas australianas de disputar la final del Mundial tras una campaña que las llevó a la primera semifinal de su historia.
España selló su boleto el martes al derrotar 2-1 a Suecia, con lo que la final del domingo próximo en Sídney tendrá a dos selecciones que nunca antes han disputado una final de este torneo.
Por su parte, Australia enfrentará el sábado a Suecia en la disputa por el tercer lugar del Mundial de Australia y Nueva Zelanda.
Inglaterra se fue arriba al minuto 36 por intermedio de Ella Toone con un disparo cruzado dentro del área, mientras Sam Kerr (63) desató la locura de la afición local con un remate de fuera del área que superó el salto de la portera inglesa Mary Earps.
Pero Lauren Hemp (71) aprovechó un descuido de la zaga australiana para poner el 2-1, y Alessia Russo (86) puso el 3-1 definitivo al cierre del partido, un baldazo de agua fría para la afición local.
“Hemos alcanzado la final y es algo increíble. Tengo la impresión de que hemos ganado (el Mundial), pero lo cierto es que todavía no lo hemos ganado, tan solo hemos ganado este partido”, recordó la seleccionadora de las inglesas, la neerlandesa Sarina Wiegman.
Alentadas por cerca de 80.000 espectadoras en el Stadium Australia de Sídney, “las Matildas” salieron desde el inicio con su capitana y goleadora Kerr, quien había jugado poco en el Mundial por una lesión.
A lo largo del día, las calles de Sídney estaban llenas de aficionados que salieron con camisetas, bufandas y sombreros alusivos a su selección femenina.
Pero “las Lionesses”, mostraron su oficio de campeonas europeas y no se intimidaron con el masivo apoyo público. Vigilaron de cerca a Kerr, figura del Chelsea inglés, a quien conocen bien.
Conocen a España
La recia defensora inglesa Lucy Bronze dijo que ella y su compañera Keira Walsh “conocemos al 90% del equipo (de España) así que seguro nos van a hacer preguntas en el análisis”.
“España tiene un buen equipo , aunque tuvieron esa derrota contra Japón”, acotó Bronze, quien juega con el Barcelona, al igual que Walsh.
Aludió al tercer partido de la fase de grupos en el que España cayó 4-0 contra Japón, su única derrota en el Mundial, en el que vencieron sus restantes cuatro partidos.
Sin la sancionada Lauren James, su principal figura ofensiva, Inglaterra contó con Keira Walsh como su arquitecta en el medio campo, cuyo juego le dio una leve hegemonía en un primer tiempo precavido para ambas selecciones.
El gol de las inglesas silenció a la entusiasta afición australiana, que se entusiasmaba con las jugadas de la habilidosa Mary Fowler, bien controlada por la dura defensa rival.
Las Matildas mejoraron la posesión del balón en el segundo tiempo aunque con dificultades para crear ocasiones de anotar.
Más bien fueron las Lionesses las que dispararon más contra la portería de Mackenzie Arnold y lograron sacar dos goles de ventaja en la recta final del partido, sentenciando la despedida de las locales, tras una campaña histórica.
“Lo que siempre he querido es jugar una final de un Mundial”, declaró Bronze a la BBC.
Por su parte, la volante australiana Katrina Gorry reconoció la “decepción” de no alcanzar la final, pero aseguró que “queremos ganar el tercer lugar, no queremos irnos de manos vacías”.
Igualmente, el entrenador de Australia, Tony Gustavsson, se mostró dolido por el número de oportunidades perdidas para igualar el marcador hacia el cierre del partido.
“Estuvimos muy cerca de marcar el 2-2 pero terminaron anotando ellas. Fueron dos equipos que se respetaron mucho y se anularon mutuamente”, comentó el técnico de nacionalidad sueca.
Después de la final, las jugadoras inglesas recibieron un aluvión de felicitaciones, entre ellas las del príncipe Guillermo en X (ex Twitter): “¡Qué actuación fenomenal de las Lionesses. ¡A la final!”.