La diferencia abismal de premios entre el Mundial femenino y el Mundial masculino es muestra de que la FIFA tiene una gran deuda con las mujeres.
Las 24 selecciones de la Copa del Mundo que recién concluyó se reparten $30 millones frente a los $400 millones que compartieron los hombres en Rusia 2018. El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, prometió duplicar los premios atribuidos en el próximo Mundial 2023 de mujeres.
Sin embargo, la desigualdad sigue siendo clara.
No solo lo muestra ese ejemplo, también la programación que permitió la FIFA cuando se disputaba la final femenina, entre Estados Unidos y Holanda.
El partido se jugó el mismo día de las finales de Copa América y Copa Oro, una muestra de irrespeto, según la mejor jugadora del campeonato, la estadounidense Megan Rapinoe.
“Es una idea terrible ponerlas todas juntas el mismo día. Esta es la final del Mundial. La final del Mundial se establece con tanta antelación que esto resulta increíble".
“Así que no, no creo que la FIFA nos tenga, en general, el mismo nivel de respeto que tiene hacia los hombres”, criticó Rapinoe.
Además, la campeona del mundo considera insuficientes las promesas de la FIFA. Según ella, los premios ya deberían haber sido del doble este año y el cuádruple “la próxima vez”.
“Es lo que quiero decir cuando se nos pregunta si nos sentimos respetadas”, señaló.
Ella se ha convertido en la cara más visible en pro de esta lucha, aunque son muchas las jugadores volcadas a levantar la voz.
Eso sí, Rapinoe no cree que el dinero deba ser igual que en el Mundial masculino.
“No estoy diciendo que el premio debería ser de $400 millones esta vez o la siguiente. Comprendo por muchas razones que el fútbol masculino es mucho más rentable que el femenino. Pero si realmente te importa dejar de hacer crecer la brecha, no programas tres finales el mismo día”.
Incluso, se otorga más recompensa en Copa América, porque en total se repartieron $70 millones. La campeona Brasil recibió $13,5 millones, mientras Perú se llevó $11 millones.
Tras la final que ganó Estados Unidos 2-0, los aficionados gritaron “equal pay” (“pago equitativo”) para pedir la igualdad salarial entre hombres y mujeres.
Desde ese punto de vista, el dinero podría ser un empujón para un deporte que da saltos de calidad. Eso sí, el Mundial de Francia también dejó buenas noticias.
Casi seis millones de telespectadores en Francia vieron la disputa del título, según cifras divulgadas el lunes.
En total, 5,9 millones de personas siguieron el partido en las cadenas TF1 (en abierto) y Canal+ (de pago), según datos del organismo Médiamétrie. El pico global se situó en 7,6 millones de telespectadores para la final.
La competición registró en general audiencias elevadas, con un récord absoluto para el fútbol femenino en ese país para el partido disputado el 23 de junio entre Francia y Brasil, con 12 millones de telespectadores.
En comparación, la final del Mundial de fútbol masculino fue seguida por 20,3 millones de telespectadores en julio de 2018. En esa ocasión, Francia triunfó sobre Croacia (4-2).
Ha sido la Copa del Mundo femenina más seguida en la televisión. Los récords cayeron en muchos países: Argentina, Brasil, España, Francia, Holanda, Inglaterra...
El reporte de entradas también indica una buena acogida, con un 74% de promedio en ventas, salvo en Montpellier y Niza, donde la organización recordó que también hay problemas de asistencia en el campeonato francés.
Por esas razones, muchos creen que la Copa del Mundo de Francia marcará un antes y un después.
La vicepresidenta de la Federación Francesa, Brigitte Henriques, considera que “ya nada será como antes”.
El verdadero cambio empezará a gestarse cuando las diferentes ligas de cada país también reciban el dinero necesario para crecer.
Al menos ya hay reacciones. En Estados Unidos, la cadena ESPN acaba de anunciar la difusión de 14 partidos del campeonato, hasta las semifinales y la final en el mes de octubre.