Londres. AP. Lionel Messi salió de la banca y salvó ayer al Barcelona de una derrota al marcar casi sobre la hora el gol que significó un empate 1-1 con el Werder Bremen por la Liga de Campeones.
Un gol en contra de Carlos Puyol a los 56 minutos parecía condenar al campeón europeo, que lució desteñido en su visita a Alemania, aunque al menos empacó un punto en sus maletas.
No fue un día grato para el Barça, ya que su delantero Samuel Eto'o sufrió una lesión en la rodilla que podría ser grave.
Además, el Chelsea -su enemigo jurado en Europa- se apoderó en solitario de la punta en el Grupo A al vencer 3-1 al Levski Sofía.
Tres goles del marfileño Didier Drogba le dieron al Chelsea la victoria en territorio búlgaro. Los ingleses suman el ideal de seis puntos, dos más que el Barça.
Para los dirigidos por José Mourinho se trata del escenario ideal de cara al duelo con los catalanes, en su estadio Stamford Bridge, el 18 de octubre.
Será el tercer enfrentamiento en la Copa que protagonizarán. Ambos se eliminaron mutuamente en los octavos de final en las dos ediciones anteriores.
El Inter encajó su segunda derrota consecutiva en el torneo al perder 2-0 ante el Bayern.
Un gol del peruano Claudio Pizarro a nueve minutos del final encaminó al cuadro germano al triunfo en el estadio milanés de San Siro. Lukas Podolski hizo el segundo en la prolongación.
El saldo para los clubes de Italia fue en rojo, ya que la Roma perdió 2-1 en su visita al Valencia.
En un trepidante partido, el Liverpool le ganó 3-2 al Galatasaray turco, que estuvo a punto de lograr la remontada.
Messi entró a los 65 minutos y fue la bujía que impidió un naufragio total del Barça, que perdía desde los 56 por el gol en propia valla de su defensor Puyol. Tras una bonita combinación con Deco, Messi definió en forma sublime, dejando a la defensa del Bremen totalmente paralizada.