El 0 a 0 nunca se rompió en el repechaje entre Perú y Australia, en un juego con más músculo que fútbol fluido, más esfuerzo que opciones de gol al por mayor. En un juego a puro corazón, fueron necesarios los penales. Ahí, desde los once metros, Perú quedó fuera del Mundial.
Un paradón del arquero inca Pedro Gallese, le había devuelto el alma a los peruanos en los minutos finales del tiempo regular, en a mejor aproximación de los australianos. Perú, en tanto pegó una pelota en el palo, pero solo alcanzó para poner los nervios de punta.
El juego tuvo en disputa el penúltimo boleto al Mundial de Catar 2022, entre el quinto lugar de Sudamérica y el representante de Asia, confenderación en la que compite Australia pese a pertenecer geográficamente a Oceanía.
La escuadra sudamericana, dirigida por Ricardo Gareca, soṕortó las embestidas australianas en el cierre del partido, si bien el juego se tornó de dientes apŕetados más que de claras oportunidades.
En ofensiva, el italo-peruano Gianluca Lapadula no tuvo una labor fácil ante la zaga oceánica, además de robusta, bien plantada y tácticamente ordenada.
Las cosas se complicaron para Perú en el segundo tiempo extra, cuando Christian Cuevas, su 10, ya no dio más, mezcla de cansancio y alguna dolencia física, al parecer muscular. La figura sudamericana, evidentemente afectada, había postergado lo más posible su salida, pero terminó siendo inevitable.
Llegada la hora de los penales, Perú empezó bien cuando Martin Boyle falló el primer lanzamiento. Sin embargo, más adelante Luis Advíncula erró el tercer cobro peruano. Una vez cobrados cinco penales por equipo, el empate parecía empecinado en no romperse (4-4). Fue necesario ir más allá, a esa instancia en la que no hay oportunidad de reivindicarse.
Awer Mabil anotó y a Alex Varela le detuvo el penal el arquero que había ingresado justo antes de la tanda de penales y que, hasta ese momento, no parecía justificar el cambio. Pero lo hizo. Andrew Redmaine eliminó a Perú.