Marcel Hernández no solo volvió a la convocatoria del Cartaginés, sino que fue titular ante Alajuelense con el nuevo técnico, Greivin Mora. El cubano tenía la mesa servida para su revancha, en medio del conflicto con el presidente Leonardo Vargas, pero no fue su noche.
Hernández se perdió en un ataque de un conjunto brumoso que se enfocó más en defender y en contener a Alajuelense, que en alimentar a su “9″. Igual, en el duelo mano a mano con Jeyland Mitchell, el defensor se impuso por mucho y así lo reflejan los números.
Marcel no hizo un remate directo, tampoco tuvo desviados y por ende, mucho menos contó con alguna opción real. El delantero contabilizó tan solo ocho pases buenos, tres servicios malos, apenas recibió una falta y tuvo cuatro duelos ganados y cuatro perdidos.
Al atacante lo sacaron en el minuto 72 y fue silbado por fanáticos rojinegros, presentes en gran mayoría en el Fello Meza. El isleño no fue capitán en esta ocasión, como venía siendo.
El jerarca blanquiazul había adelantado que no le sería extraño si el isleño anotaba frente a la Liga y se lo dedicaba a él, en señal de protesta. No obstante, no estuvo ni cerca de ocurrir algo así.
Para ser justo con el cubano, hay que señalar que los de la Vieja Metrópoli apenas si llegaron al área rival. El balance del equipo fue de un disparo directo y cinco desviados.
Por lo visto, Hernández seguirá siendo tomado en cuenta por el técnico Mora y será hasta el final de temporada que se defina si finalmente se marcha del club o si continúa.
“Conversé con Marcel en la semana, le pedí que dejáramos de lado la situación que estaba viviendo. La confianza la va a tener para que poco a poco empiece a superar el tema que pasó y él está claro en que debe ser así, para potenciar su nivel de cara al cierre del campeonato”, comentó el timonel Greivin Mora.
El caribeño tiene contrato hasta el 2026 y no piensa en salir. Sin embargo, el presidente hizo público que de su parte considera mejor que terminen su relación.