El exárbitro puntarenense Rodrigo Badilla Sequeira no duda en afirmar que si el VAR hubiera existido en 1993, cuando cometió su mayor error en el arbitraje nacional durante la final entre Herediano y Cartaginés, parte de su vida habría sido distinta.
Badilla quedó marcado por una acción en la que decretó una pena máxima en el duelo entre florenses y brumosos el 4 de julio de 1993, en el Estadio Eladio Rosabal Cordero, un episodio que aún es recordado por los aficionados del cuadro blanquiazul y se lo reclaman.
En aquel compromiso, en el minuto 34 (la acción se puede observar al minuto 35 del video que encontrará en esta nota), Dagger Villalobos cometió una fuerte falta sobre Kenneth Paniagua fuera del área. Sin embargo, Badilla y el asistente Alejandro Avilés observaron la acción dentro del área y señalaron el manchón blanco.
“Si el VAR hubiera existido en ese momento, habría sido fantástico. Aquel fue un momento tremendo. Cuando marqué la falta, los jugadores del Cartaginés formaron una pelotera tremenda. Había gritos y empujones, y por esa razón tuve que sacar la tarjeta roja y la mantuve en la mano”, recordó Badilla.
Rodrigo cuenta que al ver los jugadores la tarjeta roja se calmaron un poco y, por eso, se acercó a su árbitro asistente, Alejandro Avilés, para conversar sobre la acción.
“Fui donde el guardalínea, que era de Pérez Zeledón, y le pregunté: ‘Maje, ¿cómo viste la jugada? ¿Fue penal?’ Él me respondió: ‘Sí, Badilla, penal clarísimo, esté tranquilo’. Al confirmarlo, me reconfortó y no dudé en señalar el penal. Toda aquella pelotera duró entre tres y cinco minutos. Marvin Obando cobró la acción y anotó”, comentó Badilla
El partido terminó 2-0 y dejó la final muy favorable para Herediano.
El referí recordó que, al regresar a su casa en Puntarenas, por la noche vio el resumen del partido en la televisión y se llevó una tremenda sorpresa.
“Puse el resumen del partido en Canal 13 y, al ver la acción del penal, me di cuenta del terrible error. Yo había visto la falta dentro del área, pero fue fuera. Me llamó por teléfono Avilés y me ofreció disculpas: ‘Me confundí, Badilla, estaba seguro de que la falta había sido adentro’”, recuerda el exsilbatero.
Rodrigo agregó que públicamente ofreció disculpas a los aficionados de Cartago por pitar el penal, y la Comisión de Arbitraje lo sancionó por dos meses: uno por las disculpas y otro por haber señalado la pena máxima.
Pilo Obando, el mayor detractor de Rodrigo Badilla
El árbitro puntarenense declaró que tras ese episodio, su mayor detractor fue el narrador Manuel Antonio Pilo Obando (qdDg.), quien era un acérrimo aficionado al Cartaginés, así como los aficionados del cuadro de la Vieja Metrópoli, quienes aún le reclaman cuando lo reconocen. Incluso, algunos le dicen de forma airada que les “jugó sucio”.
“El partido fue un domingo y el miércoles yo viajaba a Estados Unidos para participar en la Copa Oro. Cuando llegué al aeropuerto Juan Santamaría, había aficionados del Cartaginés que llegaron en un microbús con Pilo Obando. Eran como 16 tipos que me tiraron naranjas, mamones y cáscaras. En la calle también recibía amenazas, me decían que me iban a matar. Fue muy complicado”, añadió Badilla.
El árbitro porteño también recuerda que Pilo, cada vez que había una transmisión, decía que si Rodrigo Badilla iba a dirigir un partido, todo era un desastre, y que nunca le perdonó el error de aquella final. Sin duda, el VAR lo habría salvado de muchas situaciones.
“El VAR me habría evitado muchas broncas después del partido entre Herediano y Cartaginés. De verdad, vale la pena y es una gran ayuda, pero también siento que, honestamente, con el VAR los árbitros se han vuelto un poco vagos porque saben que el VAR los va a salvar de una mala decisión. Creo que les quitó la presión en un 50%, pero es claro que ayuda mucho”, enfatizó Badilla.