En el Guanacasteca - Cartaginés se dio una acción ejemplarizante este sábado, cuando la propia afición pampera se involucró señalando al autor de insultos racistas contra el técnico brumoso Paulo César Wanchope.
Una vez identificado, el aficionado fue invitado salir del estadio Chorotega de Nicoya, en el compromiso que ganó el Cartaginés 1-2 a domicilio.
La acción se dio en el minuto 25 cuando el árbitro Benjamín Peñeda detuvo el compromiso, luego de que el comisario, Fernando Quesada, atendió la denuncia del entrenador del Cartaginés, Paulo Wanchope. El timonel había sido objeto de ofensas por parte de un aficionado que estaba sentado en la gradería detrás de su banquillo.
Inmediatamente, el protocolo se activó, se detuvo el partido y los mismos aficionados señalaron al infractor. Tanto la dirigencia del cuadro nicoyano como los mismos aficionados observaron cómo el seguidor pampero, con la cabeza baja abandonaba el estadio, a solicitud del club y los comisarios.
Si fuese necesario sacar a todos los aficionados, lo harían, comentó Yosimar Arias, gerente de la ADG, en declaraciones a FUTV. El dirigente lamentó que un aficionado hubiese caído en esa actitud, en medio de una afición guanacasteca que “es muy educada”. De inmediato, Arias invitó a ver no solo el hecho reprochable sino la actitud de los otros aficionados que señalaron al ofensor.
“La verdad muy bien”, expresó Paulo César Wanchope, entrevistado por FUTV justo antes de iniciarse el segundo tiempo. “Felicito a toda la organización, a toda la administración de Guanacasteca por la acción que fue inmediata y eso es importante. Nosotros estamos acá para aprender. Lo bueno es que se tomaron acciones y esperamos que no vuelva a pasar”.
“Se escuchó claramente lo que él aficionado gritó y hasta lo pudimos identificar. Incluso la afición también, los que estaban alrededor lo pudieron escuchar y ellos también se encargaron de identificarlo”, añadió.
Por su parte, el técnico guanacasteco Horacio Esquivel, también se congratuló por la reacción del club y las autoridades, para de inmediato señalar que él espera las mismas medidas en todos los estadios.
Esta vez, el árbitro Benjamín Pineda detuvo el juego y reunió a los jugadores en el centro del campo. Mientras tanto, la dirigencia se dispuso a identificar al aficionado que lanzó los insultos, labor que no tardó mucho gracias a los aficionados pamperos.