Aficionado brumoso agredido valora demandar al club, a Unafut y a Fuerza Pública

Esteban Araya, de 28 años, fue dado de alta el pasado lunes, después de ser operado por una fractura en el cráneo, a causa de una agresión con una piedra, durante la bronca entre las dos barras.

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Araya tiene problemas para hablar y se le colocó una platina en el brazo derecho a causa de tres fracturas. Además, perdió el 30% de su cráneo, explicó el abogado del joven, que antes del conflicto se dedicaba a la construcción.

Según Varela, se están recopilando las pruebas para valorar si se presenta la demanda. Actualmente tienen una acusación en contra de un sujeto de apellido Sánchez, que es el principal sospechoso de haberlo golpeado con la piedra. El hombre se entregó el lunes 28 de agosto ante las autoridades y luego fue puesto en libertad.

Una decisión en la que Varela no está de acuerdo, pues, según él, Sánchez se cortó la barba y el pelo y nada le impide fugarse, al saber que está acusado por intento de asesinato y podría ir hasta 20 años a la cárcel.

"Existen peligros procesales, como la obstaculización de la investigación, o el peligro de fuga por la alta penalidad del delito. En el caso del muchacho de la piedra, la penalidad puede ser de 20 a 35 años", explicó Varela.

Caso por caso. El abogado recalcó que la posible demanda contra Fuerza Pública se daría debido a que tienen hasta 18 testigos de que los policías presenciaron el acto pero decidieron no intervenir en el altercado.

Además, Varela asegura que Fuerza Pública tiene estadísticas que reflejan la necesidad de que hubiera presencia policial en dicho partido, debido a los antedecentes de violencia en los cotejos entre brumosos y florenses.

"¿Por qué Fuerza Pública, sabiendo que el índice de robos se dispara en los clásicos Herediano-Cartago y que son eventos causados por Heredia, no quisiera actuar?", recalcó el abogado.

A Cartaginés lo demandarían por su determinación de realizar el cotejo, pese a que no tenía el plan de seguridad aprobado por la Fuerza Pública, y a la Unafut por el hecho de avalar el juego, pese a que los blanquiazules no cumplieron con las indicaciones de este órgano encargado de velar por la seguridad.

"Cartago tiene responsabilidad en el sentido de que ellos no actuaron de forma diligente, faltaron a su deber de cuidado, insistieron en programar un partido de alto riesgo, aún cuando no se contaba con Fuerza Pública", recalcó.

Varela insiste en que la mayoría de las valoraciones giran alrededor de las circustancias que se debieron haber hecho para prevenir estos altercados, que al final causaron los daños físicos a su representado.

Se intentó conocer la versión del jerarca de Cartaginés, Luis Fernando Vargas, pero este no contestó las llamadas.