Desde que Agustín Lleida asumió la gerencia deportiva de Alajuelense, el nombre de Marcel Hernández siempre había estado en la carpeta de posibles refuerzos.
Su contratación se pudo dar antes, pero es hasta ahora que consigue dar ese golpe, al fichar al extranjero con mejor promedio de gol en el fútbol nacional en los últimos años.
Es ese atacante que Paulo César Wanchope trajo al país y en el que muchos no creyeron por ser cubano, pero que a punta de su rendimiento en cada mercado de fichajes comenzó a sonar como el principal candidato para ser refuerzo de los clubes con mayor afición en el país.
Lo quería Alajuelense de igual manera que lo pretendía Saprissa; pero el tema se frenaba en parte por el tema judicial, pero también por el dinero que había que pagar para conseguir su ficha.
Cartaginés siempre se sostuvo en que no había ningún margen para negociar. Quien quisiera a Hernández tenía que pagar esa cláusula de $250.000, de los cuales, $150.000 eran para el equipo de la Vieja Metrópoli. El otro monto era para el jugador, una cifra que la Liga no tenía que desembolsar necesariamente de inmediato, porque hasta podía ser por abonos en los salarios.
¿De dónde sacó la plata la Liga para dar este golpe en el fútbol nacional? “Sabía que iban a preguntar sobre el tema económico, creo que es un tema que siempre va a estar en la mesa. Es muy fácil, como comenté el otro día, es agarrar un Excel, sumar, restar y no hay mucha ciencia más. Salieron muchos jugadores, salió Marcos Josué Meneses, Rashir Parkins, Adolfo Machado, Facundo Zabala, Dylan Flores, Álvaro Saborío y Jonathan Moya”, respondió Lleida.
Todos los salarios de ellos se usan para reinvertirlos en la misma planilla, pero según el español, también han entrado recursos en los últimos meses.
“Ingresamos dinero por lo de Ariel Lassiter, por lo de Marco Ureña y por Jonathan Moya. Ingresamos dinero por Elian Morales que se fue a Sporting, ingresamos dinero por Adonis Pineda y después de eso ha habido tres llegadas: Daniel Arreola, Johan Venegas y Marcel Hernández. Habiendo siete salidas y tres llegadas, porque las otras dos son del alto rendimiento, es muy fácil que al final el balance de sumar y restar salga equilibrado”, mencionó Lleida.
Una semana atrás, él mismo había dicho que si no se daba la salida de ningún jugador, prácticamente era imposible el fichaje del cubano.
En Alajuelense afirman que hicieron un buen negocio por Moya, quien a mediados de 2018 llegó libre y ahora se fue al fútbol de Corea del Sur, por un año, por un préstamo pagado con opción de compra.
La oferta era buena para los rojinegros, porque con eso podían de inmediato depositarle a Cartaginés esos ¢93 millones a los brumosos.
Alajuelense se acostumbró a hacer los fichajes en función de lo que necesita, con jugadores de peso. Se adueñó del término ‘bombazos’ del mercado que tanto les gusta a algunos.
“La plantilla se hizo como siempre, se evaluó cómo había ido el semestre, se valoraron todas las posiciones. De acuerdo al presupuesto que teníamos tratamos de buscar lo mejor, sabíamos teníamos que reforzar la parte del central zurdo y por eso llegó Dani. Arriba, tenía un poco hablado con Sabo que el final lo convencí para que viniera a ganar la 30 y sabía que ganando la 30 podía ser que viera su objetivo cumplido aquí y quisiera volver. Entonces, sabía que podía salir Sabo y sabía que podía salir Moya y teníamos que reemplazar esos jugadores”, detalló Lleida.
Bajo ese contexto fue que tanto Johan Venegas como Marcel Hernández entraron en los planes de Alajuelense, un club con el ambos atacantes hoy tienen un contrato por dos años.
“Fuimos por lo mejor que había, entre los dos tienen 120 goles en los últimos dos años y entonces, fue un poco ese el objetivo que teníamos marcado y por suerte se nos pudo dar”.
En los próximos días, Marcel tendrá una audiencia y puede ser que tenga el pasaporte disponible. “Y si no, buscaríamos alguna posibilidad de tener el permiso necesario para que él pueda salir a competir, o a hacer su trabajo, porque al final es un trabajador más y tendría que tener ese derecho de poder ejercer su trabajo”, citó Lleida.
Tanto el director deportivo de los manudos como el propio futbolista siempre han dicho que han conversado mucho, mensajeando de forma frecuente en el último año, pero las negociaciones como tal tomaron fuerza fue a partir de ese momento en el que Saborío le dice a Alajuelense que regresa a su hogar porque ya cumplió su objetivo y que Moya recibe la oferta de Corea del Sur.
“Ahí es donde empezamos a hablar seriamente con Marcel”, afirmó el español.
La Liga aún no da por cerrada la plantilla, según confirmó el propio Lleida.
“Como siempre digo, mientras el mercado esté abierto, puede haber movimientos. Salidas ya no habrá. Estamos los que somos y somos los que estamos. Es una plantilla muy corta. Únicamente hay 17 jugadores en plantilla de primera división, los demás son de alto rendimiento. Entonces es difícil bajar ese número de 17 porque ya por normativa de Unafut como mínimo hay que tener 17 jugadores de Primera División inscritos y nosotros tenemos únicamente 17. Entonces ese número no va a bajar”, explicó.
Dijo que si hubiese algo interesante en el mercado antes del 30 de enero y que se pueda valorar, pues esa puerta siempre la deja abierta.
Sin embargo, Lleida afirma que la Liga está muy bien armada en todas las demarcaciones.
“Estamos contentos, estamos felices, el técnico también que es lo importante y por el momento te digo que estamos bien”, citó.
Para la inscripción de los nuevos jugadores, Lleida manifestó que tanto Víctor Reyes como Marvin Vega están trabajando en eso para que ojalá los tres estén habilitados para el juego del miércoles, a las 8 p. m., en el Morera Soto, contra Pérez Zeledón.
“Hay cosas que no dependen de nosotros, como el pase internacional de Dani Arreola, pero ya Mingo está trabajando en eso y ojalá puedan estar disponibles para don Andrés Carevic, veremos si entre este lunes y este martes salen los papeles”.
Sobre las posibilidades de que Andrés Gómez llegue a la Liga, Lleida indicó: “Es un grandísimo jugador como siempre digo, es uno de los proyectos de Costa Rica, categoría 2000 y entonces igual que le hemos venido dando seguimiento, se lo seguiremos dando”.