Cuando Agustín Lleida pisó por primera vez el Estadio Alejandro Morera en Soto en setiembre de 2016, jamás pensó lo que el fútbol y el destino le preparaban.
Era el director del preparación física del Pachuca y su visita a la Liga surgió por una invitación del entonces gerente deportivo de los rojinegros, Víctor Badilla, para que realizara un foro de conocimiento.
Dos meses antes, el español ya había conocido al costarricense Enio Cubillo en México, cuando el arquitecto visitó Pachuca para ver las instalaciones y comenzar a pensar en el diseño del Centro de Alto Rendimiento (CAR). Ahí el europeo empezó a saber más de la Liga.
Cuando se dio esa capacitación, Joseph Joseph lo conoció y el directivo manudo siempre pensó en que era una ficha que quería en su equipo.
Fue en mayo de 2018 cuando Alajuelense fichó a Agustín Lleida como su director deportivo de liga menor, con la misión de que reestructurara toda la cantera.
Once meses después, a finales de abril de 2019, Lleida asumió la dirección deportiva de todo el equipo como tal, relevando a Javier Delgado. Ahora se marcha de Alajuelense, para ser el director general del Real Oviedo, en España, un equipo adquirido por Grupo Pachuca.
Cuando pasó a esa función, lo primero que hizo fue contactar a Hernán Torres, quien era el técnico en ese momento, invitándolo a quedarse. Sin embargo, el colombiano le comunicó que no regresaría.
A partir de eso, su primera decisión fue contratar a Andrés Carevic como el técnico de la Liga. Con el argentino, Alajuelense encontró una idea de juego y el equipo volvió al protagonismo, pero en las fases finales fallaba. El título llegó en el tercer intento, cuando en diciembre de 2020 Bryan Ruiz alzó la copa.
En su primera función dentro de la Liga se dio la salida de exfutbolistas que estaban en los cuerpos técnicos de las divisiones menores. También se excluyó a cachorros porque se quería que en el semillero estuvieran quienes realmente consideraban los mejores.
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Ya como gerente deportivo ocurrió algo similar en el primer equipo y se dieron salidas como las de Patrick Pemberton, Kenner Gutiérrez, Cristopher Meneses, Allen Guevara, Jonathan McDonald y José Andrés Salvatierra.
También hubo contrataciones importantes, como la de Leonel Moreira, que en su primer torneo con Alajuelense llegó a solucionar un problema en el arco.
Empezaron los fichajes, que a nivel de medios de comunicación se volvían mediáticos y eran denominados bomba, como el retorno de Bryan Ruiz, la contratación de Álvaro Saborío, Junior Díaz Giancarlo González y hasta lo impensado, como el regreso de Johan Venegas.
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Se dio la compra de la ficha de Marcel Hernández, una apuesta que no duró mucho en el club y que quizás ha sido uno de los movimientos más polémicos en la Liga. Contrataron a figuras como Gabriel Torres, Celso Borges y más recientemente a Aubrey David.
Entre las últimas adquisiciones, algunas no cumplieron expectativas, como Israel Escalante, de quien se pensaba otra cosa al provenir de Boca Juniors; o el mismo Rolando Blackburn, quien sigue en deuda.
Cuando se dio la salida de Andrés Carevic, Luis Marín tuvo un breve paso por el banquillo y luego se reemplazó con el español Albert Rudé. De nuevo quedaba la idea de que a pesar de su preparación, con un doctorado en fútbol, Agustín Lleida lo instaló ahí por ser su amigo.
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El último técnico escogido por el hombre que se marcha de la Liga es Fabián Coito, con un perfil distinto al de sus antecesores y que si bien es cierto, no muestra el tipo de fútbol que desarrollaba Alajuelense con Carevic, ya hay quienes empiezan a comparar esta versión rojinegra con cómo eran los equipos de Óscar Ramírez.
¿Qué fue lo que siempre quiso que no logró durante este tiempo? “Lo que quise lo fuimos logrando con trabajo y con el esfuerzo de toda la gente. No me voy con la ansiedad de que me vaya sin haber logrado alguna de las cosas que quería”, respondió Agustín Lleida ante esa consulta de La Nación.
Dijo que en el fútbol hay cosas que no se pueden controlar y que en lo particular le hubiese dado mucho gusto obtener un campeonato más de los que considera que Alajuelense tuvo en la mano, pero se le escaparon.
“Eso no hace que me frustre, o que me vaya con algo en deuda o que borre lo que hicimos. La verdad me voy contento, orgulloso del trabajo que hicimos, muy feliz por lo que pude vivir, por la gente que conocí aquí”, citó.
Y agregó: “Por el país tan maravilloso que tienen y por eso me dejo ahí el reto para el futuro de poder volver en algún momento a trabajar en el país, que sería un sueño no solo para mí, sino también para mi familia”.
Lleida asegura que estos cuatro años y medio en Alajuelense fueron muy intensos, con decisiones, en las que no siempre se acertó, pero que en su momento se creía que era lo mejor.
Si se trata de colección de títulos, consiguió un campeonato nacional y una Liga Concacaf. Y esa cuota resulta muy poco para el liguismo, que quiere ver siempre campeón a su equipo.
Aseguró que él entiende a la perfección la molestia de la afición, por lo que ocurrió en esas finales en las que está convencido de que Alajuelense tenía todo para ser campeón.
“Yo también estoy dolido, porque soy un liguista más. Nos ha dolido cada vez que nos ha pasado, nos ha dado un golpe el fútbol, pero nos hemos levantado y hemos tratado de hacer siempre lo mejor para la institución”.
Pero también ha sido testigo de cómo esa afición no se rinde y siempre exige.
“Son el alma de esta institución. Obviamente tienen más peso que en otros clubes, esto es una asociación deportiva y lo que ellos digan nos importa mucho, los escuchamos mucho. Seguramente, si esto fuera un club privado a la afición no se le haría tanto caso”.
Agustín Lleida dijo que espera que se le recuerde con el paso de los años como una persona que nunca le faltó el respeto a nadie.
“Que trató de ser cordial con todo el mundo y darle a cada persona su lugar. Básicamente eso. A partir de ahí que hay un nuevo modelo en el país, donde se apuesta por los jóvenes de verdad, que creo que va a marcar un cambio en la manera de pensar, respecto a las inversiones en el fútbol de Costa Rica y me alegro que pueda ser así”.
Durante su gestión, Alajuelense volvió a exportar futbolistas, cosa que no pasaba desde la salida de Rónald Matarrita.
Pero la Liga vendió a Ariel Lassiter, Jonathan Moya, Alonso Martínez, Brandon Aguilera y en el club sostienen que recuperaron parte de la inversión hecha por Marcel Hernández.
Agustín Lleida se marchará el domingo del país. La tarea pendiente de la Liga es nombrar a su sucesor.