Que varios aficionados de Alajuelense tomaran la iniciativa de mostrar su disconformidad con el presente del equipo masculino y que lo manifestaran a través de dos mantas que colgaron este martes en la entrada del Centro de Alto Rendimiento (CAR) en Turrúcares no sorprende a lo interno del club. De hecho, se lo esperaban.
En dos lienzos blancos colgaron dos mensajes claros y directos hacia los jugadores de Alajuelense. “Respeten los colores” decía una de esas mantas blancas, con palabras en rojo y negro. En la otra, colocada a pocos centímetros, se leía: “Jugadores sin huevos”.
Fue otra manifestación del sentir del liguismo, porque a pesar de que no pueden entrar a las gradas por las medidas del gobierno por la covid-19, buscan la manera de expresar su molestia.
Ocurrió el martes pasado, cuando desde afuera del estadio algunos aficionados le gritaban a los futbolistas y al hoy extécnico del equipo Luis Antonio Marín, ante ese episodio de terror y bochorno que experimentó el club, al quedar eliminado de la Liga Concacaf en primera ronda contra el último lugar del fútbol de Guatemala.
“Sobre lo de afuera estoy completamente de acuerdo con la afición, ellos siempre van a poder exigirnos y mandarnos, ya que el club es suyo y nosotros tenemos la responsabilidad de darles los resultados que ellos quieren. Lo asumimos como una cosa normal, que ellos expresen y nosotros tenemos la responsabilidad de devolverles este apoyo que siempre nos han dado con resultados de manera inmediata”, expresó el director deportivo de Alajuelense, Agustín Lleida.
Algunos aficionados consideran que la Liga en momentos de apremio se tarda mucho en salir a dar explicaciones de lo que ocurre, pero según el español, en el caso de las personas que dejaron esos mensajes ahí no le hicieron esos comentarios, porque él estuvo ahí con ellos, a las 6:15 a. m., cuando sucedió.
“Como comenté, es algo que respetamos, es su club, ellos tienen que manifestar su descontento de alguna manera. No estamos en el estadio, si estuviéramos en el estadio seguramente sería más la cercanía que tendríamos con ellos, no lo estamos, lo expresan de esta manera y tenemos que trabajar para poder revertir la situación y darle a la afición lo que quiere ver, que es un equipo protagonista”, recalcó Lleida.
Otro en referirse a esas mantas fue el nuevo asistente de la Liga, el mexicano Óscar Rambo Torres, quien dio mucho de qué hablar entre el liguismo por su manera frontal, enérgica, sin rodeos y con carácter a la hora de responder las consultas de la prensa en la presentación del nuevo cuerpo técnico manudo, liderado por Albert Rudé.
“Gracias a la afición, qué bueno que se manifiesten, porque es de ellos este equipo y tienen derecho a hacerlo y se van a dar cuenta y se van a enamorar de este equipo”, reseñó Torres.
Una de las personas que acudió a colgar esas mantas en el CAR explicó que el hecho de que no puedan ir a los partidos no significa que los aficionados estén lejos, ni que solo estén en las buenas, pero que esta es forma de hacerse sentir, para que el equipo reaccione.
Indicó que la idea con este movimiento es que los futbolistas comprendan que ya es mucho, que la presión existe y que no solo quieren explicaciones, sino también hechos en la cancha y que respeten esos colores.
También mencionó que el mensaje rotundo es que una gran parte de la afición no está cruzada de brazos y que le piden a los futbolistas que salgan a jugar y que respeten a la institución, porque consideran que de momento no lo están haciendo.
Albert Rudé dirigió este martes por primera vez a la Liga y expresó que un entrenador siempre tiene su esencia, que hay que respetarla, pero que la suya es ofensiva.
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