Alajuelense continúa en la lucha para que a Alonso Martínez no solo se le felicite y se le aplauda por su actitud de Fair Play, sino que también se le exonere de la tarjeta amarilla que le mostró David Gómez en el juego contra Grecia.
Lo sucedido en ese partido ha dado mucho de qué hablar. Corría el minuto 62 y el futbolista se resbala en el área, instantes después de que se cayó el griego Jean Carlos Sánchez.
Mientras Martínez se levanta de inmediato para que el juego continúe, el central pita la pena máxima.
Ni siquiera hubo contacto. Martínez le dice que no hubo penal y no se cobra la falta, pero Gómez lo amonesta y anota en su reporte arbitral que la tarjeta fue porque el el liguista es “culpable de conducta antideportiva al intentar engañar al árbitro”.
Para la Liga y para los analistas arbitrales como Rándall Poveda y Ramón Luis Méndez esa amarilla no tiene razón de ser.
Inclusive, el mismo Disciplinario es de ese criterio. Sin embargo, el Tribunal le dijo a Alajuelense que no es competente para exonerar a Martínez de esa amonestación y señala que en el reglamento hay vacíos legales.
La interpretación de esa respuesta es que el reglamento está hecho para castigar a los infractores o a quienes fingen; pero no especifica cómo proteger al jugador honesto.
Alajuelense le respondió al Tribunal Disciplinario que respeta la resolución del pasado 16 de febrero, pero que está inconforme con la misma y solicitó que el caso sea elevado al Tribunal de Apelaciones o al superior que corresponda.
La Liga señala en la nueva misiva que no comparte el criterio del Tribunal, basándose en el principio de legalidad y que no tiene competencia para levantar o eliminar una tarjeta porque el reglamento no los faculta.
Según la apelación de los manudos, “el honorable Tribunal Disciplinario sí está sujeto a principios general de derecho que están contenidos en nuestro ordenamiento legal, conocido como derecho positivo”.
En la Liga insisten en que el Fair Play debe imperar ante todo.
“Todos los ordenamientos estatales, así como ordenamientos privados y las regulaciones deportivas de la Federación y todos los ordenamientos sectoriales como son privados, deben ajustarse a las normas, principios y valores constitucionales. Jamás la FIFA ha patrocinado la idea de que su ordenamiento sectorial esté por encima del nacional, excepto en las normas precisas de juego y en su estructura administrativa, como es lógico”.
Ahí mismo, Alajuelense destaca que en el caso de Martínez se está violando un derecho universal, que dice que nadie puede ser sancionado por una falta que no ha cometido.
“Actuar en contra no es otra cosa que dictar una resolución que contraviene ni más ni menos que la Constitución de la República, y no puede considerarse, bajo ninguna forma ni manera, que el principio de legalidad puede servir de instrumento o excusa para comentar semejante falta, pues es un contrasentido que se utilice un principio de administración pública para violar la Constitución Política. Es utilizar la Constitución en contra de ella misma”.
En la petitoria de la misiva de la Liga, le solicita a Alzada que se anule o se elimine la amarilla a Martínez, “revocando el respetable criterio del Tribunal Disciplinario que acusa falta de competencia para realizarlo”.