Después de que el pasado 25 de noviembre los socios de Alajuelense le dieron luz verde a la Junta Directiva para que continúe con los estudios de factibilidad para la construcción de un nuevo estadio, la dirigencia trabaja en esa tarea.
En diciembre le dieron prioridad a la parte deportiva, con la conformación del cuerpo técnico y la reestructuración de la planilla, pero este proyecto no se descuidó.
El club elaboró un cartel de licitación privada para la manifestación de interés para la adquisición de un terreno de 4 a 8 hectáreas, donde se levantaría el nuevo inmueble.
Antes de presentar el documento, el equipo deja claro que la licitación se realiza bajo el mandato de la Asamblea de Asociados y que "cualquier escogencia o decisión que se realice estará sujeta a la aprobación de la Asamblea del proyecto en general y de las condiciones que se propongan".
En la licitación se enumeran 20 puntos como características específicas de un terreno que obligatoriamente tiene que estar en Alajuela y tener un acceso fácil y rápido a una autopista nacional, con un recorrido máximo desde rutas nacionales de cinco kilómetros y acceso a calle secundaria en buen estado, preferiblemente asfaltada y con al menos un ancho de ocho metros.
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También se pide acceso a servicios básicos como agua potable, electricidad, teléfono e Internet, que el servicio de transporte público sea eficiente y hasta las 11 p. m. y que no haya restricciones de tipo ambiental que puedan poner en riesgo cualquier tipo de construcción, tomando en cuenta que ahí se efectuarían eventos públicos.
Entre otros requisitos, la Liga pide que ese terreno esté libre de gravámenes, anotaciones, al día con sus obligaciones y poseer planos y escritura.
Quienes deseen concursar deberán presentar la oferta por escrito, en sobre cerrado e identificado y dejarlo en el despacho de la gerencia general de Alajuelense, en el Morera Soto.
Dichas ofertas solo se recibirán el 12 de febrero, entre las 8 a. m. y las 5 p. m. y ahí también se debe especificar el monto en el que se vendería el terreno.
Ahí se estipula que "el oferente debe manifestar estar de acuerdo en negociar o podrá proponer en su oferta alternativas de pago, tales como recibir como parte de pago palcos corporativos del nuevo estadio; ofrecer alternativas de pago a largo plazo a una tasa de interés razonable, leasing inmobiliario, partner inmobiliario u otras".
En la Liga explican que la vigencia de la propuesta será de 60 días hábiles, a partir de la apertura del concurso. En el caso de resultar adjudicatario, el oferente deberá estar de acuerdo en firmar una opción de compra venta.
Alajuelense se reserva el derecho de declarar el concurso desierto, así como de negociar términos y condiciones con quien a su criterio cumpla con las mejores condiciones para sus intereses.
Para construir el nuevo estadio, la Liga tendría que venderle el Morera Soto a la Municipalidad de Alajuela, algo que se hará única y exclusivamente si los socios manudos lo aprueban.
De concretarse el proyecto, Alajuelense solo le vendería el estadio al ayuntamiento, con el propósito de que se conserve su esencia como patrimonio.