Es difícil de explicar cómo la Liga juega con un hombre de más durante 58 minutos y su respuesta acaba por ser tibia, timorata y fría, cual equipo sin imaginación ni colmillo en el banco; también es inexplicable que dejara ir un 3 por 0 en su casa frente a Saprissa.
No se entiende cómo José Luis Cordero es titular y, siendo justos, también hay que sorprenderse con Allen Guevara, quien desaprovechó la jugada más clara de gol, en un remate a dos metros del marco, con Bryan Morales casi vencido.
Sí, reaccionó Morales a tiempo con una parada para enmarcar y frenar el grito de gol rojinegro. También reaccionó Santos, pese a la injusta expulsión de Kenny Cunningham en el 32', para levantarse de la caída frente a Herediano y seguir con vida.
Todos despiertan menos la Liga y su técnico Nicolás Dos Santos, incapaz de ganarle al equipo de Johnny Chaves en esta campaña, de derrotar a Saprissa en casa y de pelear por la corona, muy lejos de las aspiraciones manudas, tan lejos que a veces da la impresión de que regresan los fantasmas del débil equipo que se perdió la cuadrangular en los últimos dos torneos.
En un partido que pudo perfectamente dormir a más de un aficionado en el sillón de su casa, Santos se defendió con las uñas, plasmó un bloque compacto, con pocas grietas y un equipo dispuesto a hacer lo necesario para seguir con vida en la fase final.
Muy distinto a la Liga, que una vez más pecó en ofensiva. A excepción del remate de Guevara y un buen achique de Morales para detener un remate de Róger Rojas, la Liga fue un equipo sin generadores de juego; el mediocampo se centró en pasar el balón de un lado a otro, muchas veces con ineficiencia, ante las difíciles condiciones de la cancha.
Cordero no pesó, tampoco Alex López. El volumen ofensivo de ambas escuadras fue pobre, pero entendible en el Santos, más enfocado en lograr el marcador a como diera lugar, después de retrasar la línea de presión para dedicarse a contragolpear.
En muy pocos instantes del duelo se hizo notable la superioridad numérica de Alajuelense. Nicolás Dos Santos solo gastó dos de sus cambios, como si el once inicial fuese un dechado de virtudes.
El estratega rojinegro prefirió colocar a Luis Garrido como volante por derecha en lugar de apelar a un hombre que le permitiera ganar desequilibrio y romper, de alguna manera, el bloque sólido de los santistas.
Bryan Jiménez entró en lugar de Cordero para hacer casi lo mismo que su compañero: poco en ataque. Guevara sustituyó a Jake Beckford pero la verticalidad rojinegra no pasó de ser pobre e insuficiente para llegar con más frecuencia a la puerta contraria.
El golpe de gracia lo terminó de dar Starling Matarrita, cuando en una contra recibió una falta al borde del área de Christopher Meneses y le permitió a Diego Madrigal ejecutar un tiro libre potente y bien colocado.
El balón pegó en el palo y en el rebote el joven Alexis Gamboa cabeceó a puerta para mandar a las redes y noquear a la Liga al 91'.
Un nocaut doloroso, porque deja en jaque a una Liga que parecía tener los argumentos para aspirar a la gran final.
Le faltó imaginación en el campo y en el banquillo.
Santos: Bryan Morales, Alexis Gamboa, Edder Monguio, Juan D. Madrigal, Michael Barquero, Youstin Salas, Wílmer Azofeifa, Starling Matarrita, Reimond Salas, Edder Solorzano, Kenny Cunningham. D. T. Johnny Chaves
Alajuelense: Adonis Pineda, Luis Sequeira, Porfirio López, José Miguel Cubero, Kenner Gutiérrez, Christopher Meneses, Luis Garrido, Jake Beckford, Alex López, Róger Rojas, José Luis Cordero. D. T. Nicolás dos Santos