Con hechos más que con palabras. Así es como Alajuelense sigue en plena reconquista de su gente. También es la forma en la que hace la defensa de su liderato en el campeonato.
Lo hace con un fútbol agresivo y vistoso, con muchos goles y aunque esta vez el partido se complicó un poco más que los anteriores, consiguió un triunfo de 3 a 2 contra un batallador Cartaginés.
El plantel de Paulo César Wanchope tiene su mérito, porque luchó y logró lo que ningún equipo había podido en lo que va de este torneo en el Estadio Alejandro Morera Soto.
Cartaginés es el único rival que ha logrado incomodar a Alajuelense en su propio terruño. Así pasó y la Liga supo resolver sus problemas.
Este es el único partido en el que los erizos realmente toparon con pared, en el que un rival logró desconectar ese juego sistematizado que vienen practicando, pero es que ya lo decía Andrés Carevic en el día previo, cuando llenó de elogios a Chope: el rival también juega.
Lo sucedido no es de extrañar. Al contrario, estaban frente a frente el equipo que mejor fútbol practica en el campeonato y un cuadro blanquiazul que no lo hacía mal, pero que se reencontró por completo el domingo anterior, cuando ganó su clásico contra Herediano.
El partido era de momentos y cada uno lo aprovechó. Alajuelense arrancó sin más ni menos que como lo venía haciendo en todas sus presentaciones.
Presionó y quiso asfixiar a Cartaginés, que se resistía con orden, porque quería contener esa versión de la Liga que se veía imparable en la ‘Catedral’.
La Liga tenido varios intentos y se salió con la suya en el minuto 14, con Johan Venegas, ese atacante que sigue encendido y que con Andrés Carevic retomó protagonismo.
Sin embargo, los brumosos mantenían la calma. Sabían que tarde o temprano podían aprovechar uno de los espacios que dejan los manudos en su afán de ir al frente.
Pasó con un trazo exacto y bien pensando de Michael Barrantes, a pura experiencia. Vio que Jeikel Venegas podía sacar provecho, le ganó la espalda a los centrales de la Liga y venció a Leonel Moreira. Fue el 1 a 1.
Cartaginés se envalentonó y buscaba el segundo gol, aprovechando que Alajuelense se descontroló por un momento. Los brumosos pedían roja, pero Benjamín Pineda le mostró la amarilla a Erick Cabalceta que ingresó en el minuto 7 tras la lesión de Alexis Gamboa.
Esa situación también resultó extraña para Alajuelense, porque dos de sus centrales se lesionaron. Cabalceta se lesionó e Ian Lawrence entró por él.
Alajuelense sabía que estaba para más y que tenía con qué cambiar el rumbo de esta historia. En eso se basó la charla del medio tiempo y la Liga volvió a salir sumamente agresiva.
Eso lo tradujo en gol de camerino, con Alex López. De nuevo, la Liga estaba con el marcador a favor. No significa que Cartaginés lo hacía mal, pero es que ya Alajuelense estaba decidido a espantar por completo las dudas que tuvo en algún instante.
Rápido, aparecían los tintes de goleada. Un cabezazo de Johan Venegas fue el 3 a 1.
También emergió la figura de Leonel Moreira, con una tapada a puros reflejos ante un disparo de Michael Barrantes.
El juego tenía marcador abultado y seguía siendo bueno. Benjamín Pineda pitó un penal para Cartaginés y el encargado de cobrar fue Marcel Hernández. Fue el segundo tanto brumoso.
La polémica apareció cuando Benjamín Pineda no sancionó un claro penal por mano en el área a favor de Alajuelense.
Fue un partido con un matiz distinto, pero con una victoria igual o hasta más valiosa que las anteriores cosechadas por la Liga.
Esta vez el León mostró carácter para salir de los apuros, poner orden y defender su casa con uñas y dientes.
Y eso es justamente lo que los aficionados quieren ver de su equipo y que otra vez volvieron a llenar las gradas del Morera Soto.