El mérito es de Alajuelense por la victoria, por nunca conformarse y golear a un rival ambicioso. Lo mostrado por Grecia también tiene valor, aunque eso de poco le sirva con un marcador de 5-1 en contra.
Los manudos volvieron a sumar de tres en el momento más importante: antes del clásico.
Lo hizo ante un Municipal Grecia que sigue demostrando su evolución en este Torneo de Clausura 2020, tanto que el descenso parece ya no ser una preocupación.
Pese a eso, le fue imposible detener a una Liga con inteligente y oportuna en momentos determinantes del juego. Los errores del visitante tuvieron castigo.
De este encuentro se pueden describir muchas acciones, fue un tú a tú que mantuvo a los aficionados con expectativas. Incluso, el club griego se negó a renunciar cuando ya estaba con dos goles abajo.
Nunca dio señales de ser un equipo que el certamen anterior tenía serios problemas con la zona roja de la tabla.
Alajuelense, mientras tanto, tenía la necesidad de volver al triunfo, luego de dos empates consecutivos, ante Cartaginés y San Carlos.
La intensidad del primer tiempo se mantuvo tras el descanso, aunque los visitantes se vieron obligados a replegarse mucho más y después cayó el tanto que terminó por definir el resultado.
Desde los primeros minutos el equipo de Fernando Palomeque dejó clara su intención de proponer y así provocó la primera jugada importante, con un remate de Harry Rojas despejado por Leonel Moreira (6′). Después, un cabezazo de Junior Delgado terminó en el palo (9′).
Un minuto más tarde, José Miguel Cubero generó un disparo que rechazó el portero Keilor Díaz. En tan solo 10 minutos, ya había emociones.
Inevitablemente los goles llegarían. La Liga abrió la puerta con un cabezazo bien dirigido de Jonathan McDonald (11′).
Jonathan Moya quedó frente a frente del gol, para decretar el 2-0 y falló con un disparo muy desviado.
En la siguiente jugada cayó el empate, con el mejor gol en lo que va del torneo. A casi 30 metros de distancia, Richard Steven colocó el balón al ángulo de Leonel Moreira, quien por más que voló le fue imposible alcanzarlo.
El tanto sacó risas de los griegos e incluso los aplausos de aficionados manudos, sorprendidos ante el golazo del zaguero visitante.
La afición estaba siendo testigo de un partido parejo, hasta ese momento difícil de imaginar el resultado que finalmente se daría.
Una de las características de Grecia fue una defensa aplicada, difícil de penetrar, pero cuando falló o cedió algún espacio, la Liga se pronunció.
Así fue en el minuto 38, cuando en una jugada de velocidad, Barlon Sequeira selló el 2-1, también aprovechando una salida apresurada del arquero Díaz.
Esa capacidad para defenderse poco a poco se fue quebrando, también por la misma ambición griega de ir a buscar el juego.
El 3-1 llegó con un Moya que se desquitó. Al delantero le quedó un balón frente al marco y esta vez no falló (58′).
Ni así Grecia se echó atrás, pero Moreira se encargó de bajarle los ánimos con doble tapada en el 68′. La Liga ya respira tranquila en la portería.
La Liga tampoco fue un equipo conformista. El 3-1 pudo ser un motivo para “descansar” y más bien siguió insistiendo y un jugador necesitado de confianza salió fortalecido con dos goles.
Ariel Lassiter entró de cambio y puso tintes de goleada con doblete, en el 79′ y 91′.
Sin duda, la victoria contudente ante un rival sin complejos es el mejor impulso para la Liga de cara al clásico nacional de este domingo.