Minutos antes de las 9 p. m., la oficina de comunicación de la Federación Costarricense de Fútbol informó que el Tribunal Disciplinario rechazó la apelación presentada por Alajuelense, que pretendía le levantaran el castigo de un juego a puerta cerrada, el de este miércoles contra Cartaginés. Pese a eso, la Liga aún no da este tema por concluido y hará algo más.
“El tribunal analizó, en sesión de este lunes 11 de setiembre, el recurso presentado por la Liga Deportiva Alajuelense y luego de un análisis exhaustivo, el Tribunal consideró que la aplicación de la sanción corresponde a lo que determina el Reglamento Disciplinario y que el artículo 47 inciso C apartado I es correcto en su aplicación, por lo que el Tribunal no considera de recibo las argumentaciones que señala la Liga Deportiva Alajuelense en su recurso. En igual sentido se rechaza el recurso de apelación por no ajustarse a los artículos 89 y 90 del reglamento disciplinario”, versa en la notificación.
La Nación sabe que Alajuelense todavía no ha dado por concluido este caso y planea presentar cuanto antes una apelación por inadmisión, ante el Tribunal de Apelaciones.
En el club rojinegro no cuestionan en lo más mínimo la denuncia de insultos racistas hecha por el jugador de Saprissa Javon East, pero se expresan seguros de que los árbitros y los comisarios de Unafut no cumplieron con el protocolo establecido y vigente.
En eso es justamente que se basa el recurso de apelación presentado por el departamento legal de Alajuelense, alegando que las autoridades no activaron los protocolos como correspondía en ese momento.
Hasta la mañana siguiente después del clásico del 3 de setiembre, a las 8:12 a. m., fue que Javon East denunció mediante sus redes sociales que fue víctima de racismo en el clásico, que lo reportó durante el juego al silbatero William Mattus y el central no detuvo las acciones.
Pero al revisar el informe arbitral y el informe de los comisarios, en ninguno se menciona algún tipo de denuncia por parte de Javon East o de algún otro jugador del Deportivo Saprissa. Es como si eso no hubiese ocurrido.
Lo que sí indicó la comisaria Karina Rodríguez es que en el minuto 76, se reportó que en el sector sur se retiró del estadio a un aficionado por insultos y gestos racistas por parte de la seguridad. Posteriormente correspondía hacer el anuncio por altavoces advirtiendo de la situación, pero no se avisó a los demás aficionados de esta conducta incorrecta.
Cabe decir que este aficionado enfrenta una denuncia legal por parte de la institución rojinegra.
También anotó que al final del juego, cuando se dirigía hacia el camerino, algunos aficionados desde platea sur le hicieron gestos y sonidos de ‘congo’, como consta en el reporte, hacia Kendall Waston.
Esos son los dos hechos reportados y por los que el Disciplinario le impuso el castigo a Alajuelense de tener que jugar el próximo partido de local en campeonato nacional a puerta cerrada.
Para la Liga, en ese partido se dieron omisiones graves, porque la Unafut falló en el momento de aplicar y activar los protocolos establecidos y el árbitro también, cuando son los únicos que tienen el control del partido.
“No se tomaron en cuenta las faltas graves de las autoridades al no aplicar los protocolos y se nos sanciona injustamente a nosotros. Lo que estamos apelando es el derecho que tiene la institución de que se activen los protocolos en este tipo de situaciones y del debido proceso”, expresó el vocero de Alajuelense, Marco Vásquez.
”No estamos apelando el tema que denuncia Javon East, porque en ningún informe se registra esa situación, ni tampoco en las declaraciones que dieron jugadores o los cuerpos técnicos el día del partido”, añadió Vásquez.
Él señaló que si el árbitro le daba seguimiento al reclamo del jugador y los comisarios de Unafut actuaban conforme a lo que indica el protocolo, se debió parar el partido momentáneamente, para prevenir a los aficionados por los altoparlantes.
De esa forma la institución hubiera activado sus protocolos, en donde se identifica la situación de inmediato y se procede con las advertencias y eventuales acciones preventivas.
“Si continúa, el árbitro tiene la obligación de parar el partido entre cinco y diez minutos, mandar a los equipos al camerino para hacer otra advertencia y tomar acciones contra los aficionados que siguen con esta actitud agresiva. Nada de eso pasó”, insistió Marco Vásquez.
En Alajuelense creen que si ese protocolo ese activaba, las cosas se hubiesen controlado bien y de manera oportuna.
“Si el árbitro y los comisarios hubiesen actuado, hoy no estaríamos hablando de castigos ni apelaciones, que al fin y al cabo son responsabilidad de las personas que tenían la obligación de activar protocolos para este tipo de situaciones”.
En una entrevista con La Nación, la presidenta de la Unafut, Vicky Ross detalló que lo que sucedió en el Morera Soto es que hubo una denuncia por parte de un jugador de que estaban ocurriendo estas situaciones, pero en ese momento ni el cuerpo arbitral ni los comisarios pudieron constatar que efectivamente esto estaba ocurriendo.
“Entonces, se dio un paso previo a la aplicación, que es la vigilancia en las gradas y los incidentes. Los incidentes principales se informan; los que se vuelven masivos, fueron al final del encuentro, es decir, no está claramente establecido en el protocolo qué debe ocurrir en estas situaciones”, afirmó Vicky Ross.
La jerarca de Unafut cree que los comisarios Karina Rodríguez y Fabricio Chaves actuaron como debían porque el protocolo vigente no está claro, y que al analizarlo, “se evidencia un vacío”.
“No está claro si los árbitros dieron seguimiento a la denuncia del jugador o si los comisarios debían ser más proactivos en informar que se sacó a la persona. Claramente, estas son áreas de mejora que estamos abordando en el protocolo que estamos desarrollando junto a la Federación”.
Desde que surgió toda esta situación, en Alajuelense tomaron acciones inmediatas por su política de cero tolerancia contra el racismo y la discriminación.
La Liga tuvo una reunión en Casa Presidencial con las principales autoridades encargadas de velar por estos temas. También solicitó una reunión urgente a la Unafut con todos los clubes para revisar protocolos e inició conversaciones y reunión con la Defensoría de los Habitantes.
Alajuelense está trabajando en un proyecto de ley contra la discriminación. Además, decidió contratar una capacitación a todo su personal y jefes de seguridad para actuar contra el racismo y la discriminación.
Además de denunciar penalmente a la persona que fue retirada del estadio en ese clásico por realizar actos racistas.
La Liga recibirá a Cartaginés este miércoles a las 8:30 p. m., en el Estadio Alejandro Morera Soto.
El reporte del árbitro William Mattus en el clásico
El informe de la comisaria de la Unafut en el clásico
La sanción impuesta a Alajuelense
Así va el Apertura 2023
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