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Alajuelense tenía todo bajo control, pero se complicó solo. Los manudos se pudieron ir a la vuelta de la serie ante Cartaginés con un 2 a 0 a favor, es más hasta un 3 a 0... Pero no, dos errores propios y clarísimos pasaron factura y el marcador terminó 2 a 2.
Marcel Hernández marcó un doblete, primero al aprovechar un yerro de Alex López en salida y un mal achique de Leonel Moreira; luego lo hizo al transformar un penal ante una falta ‘tonta’ de Yael López con solo cinco minutos por jugar.
A Freddy Góndola lo tuvieron que calmar sus compañeros, porque el panameño no entendía cómo a su equipo se le había ido la ventaja. Un roce con Suhander Zúñiga fue la muestra más clara de frustración en los rojinegros.
Paulo César Wanchope cerró sus puños, celebró con un grito, mientras Andrés Carevic veía con semblante serio cómo le igualaron un cotejo que tenía más que controlado y en el que su equipo fue mejor.
El conjunto de Andrés Carevic consiguió jugadas colectivas muy llamativas, como el segundo gol de Carlos Mora, el cual llegó después de una pared envidiable entre Suhander Zúñiga y Aarón Suárez. Con esa combinación, los erizos hicieron estragos en la zaga de Cartaginés.
Pero los problemas blanquiazules también llegaron gracias a las individualidades, porque Carlos Mora fue un verdadero dolor de cabeza. El juvenil manudo entró las veces que quiso al área contraria y solo necesitó cinco minutos para dejar en el camino a dos defensores y marcar el primer gol.
La serie parecía acomodada para los rojinegros, empero la etapa complementaria fue muy compleja para los manudos.
La Liga no encontró la profundidad que sí tuvo en la inicial, las individualidades tampoco aparecieron y al final Cartaginés cerró más fuerte y hasta dio la impresión que pudo remontar.
Paulo César Wanchope supo responder sus falencias, porque sacó a Brandon Bonilla, lateral izquierdo que tuvo una noche para olvidar, y metió a José Luis Quirós, futbolista que aunque es de perfil derecho logró controlar las constantes combinaciones de Carlos Mora y Carlos Martínez.
El timonel no dudó en hacer los cambios necesarios para lograr encontrar espacios; al campo entraron Marco Ureña y Ronaldo Araya.
Aunque los brumosos no fueron un plantel avasallador en ofensiva, lo cierto es supieron meter a la Liga en su área con balones aéreos y así buscaron el error liguista hasta que se dio.
Alajuelense tiene una ligera ventaja y es su gol visitante, de esta forma si el partido de vuelta termina 0 a 0 o 1 a 1, serán los manudos los que avancen de ronda; no obstante, también los blanquiazules colocaron la serie en una circunstancia con la que pueden jugar.
Bien los brumosos pueden salir en el Morera Soto con un planteamiento defensivo y ordenado, en el que cedan la iniciativa a la Liga para así aprovechar los espacios que se crean en un equipo que tiene el balón, como sucedió hace un año cuando Cartaginés le ganó el título a la Liga en el propio Morera Soto.
Alajuelense contaba con la ventaja, la Liga dominaba el duelo y hasta se veía tranquila en una serie que parecía encaminada, pero fue el mismo equipo rojinegro el que se complicó el camino y metió a Cartaginés en la pelea. En estas instancias no se puede fallar, no se puede pestañear y parece que en la provincia de los mangos todavía no han entendido esto.