Alajuelense y Saprissa protagonizarán por segunda vez una final que define un título internacional.
El único antecedente se remonta a la histórica final de la Concacaf en 2004, un pulso de ida y vuelta que terminó con un marcador global de 5-1 favorable para la Liga.
16 años han pasado y la final de la Liga Concacaf pactada para este miércoles a las 9 p. m. entre Alajuelense y Saprissa a un partido único, en la casa eriza, revive aquellos recuerdos que por lo sucedido en la cancha, son motivo de orgullo para los manudos.
Si se pone en la balanza lo que se jugó en 2004 entre los acérrimos rivales del fútbol nacional y este nuevo clásico por un título internacional que se avecina, es claro que el nivel de relevancia no es el mismo.
Veamos un ejemplo: para la Selección Nacional no es lo mismo ganar la Uncaf que ser campeón en la Copa Oro.
En esa misma dimensión, tampoco será lo mismo conquistar la Liga Concacaf, que es el torneo previo clasificatorio para la Liga de Campeones, que apoderarse de la Concachampions. Eso sí, hay un trofeo de por medio; clásico es clásico y tanto la Liga como la S quieren el cetro.
Mientras llega este nuevo clásico, los recuerdos de aquella final del 2004 reviven en la mente de muchos.
La gramilla sintética ya estaba instalada en la Cueva, pero según reportó La Nación el 1° de mayo de 2004, el duelo ante la Liga coincidía con el concierto de Eros Ramazzotti en ese reducto. Saprissa pensó en el Nacional, pero Jorge Alarcón decidió por razones deportivas que el primer careo se disputaría el 5 de mayo en el Estadio Eladio Rosabal Cordero.
Fue un partido de mucho cálculo, que terminó 1-1, con tantos de Wílmer López y Alonso Solís. En ese pulso no pudo jugar Bryan Ruiz, porque debía cumplir una sanción, tras la primera expulsión de su carrera, en México, contra Monterrey.
“El cálculo detuvo al ímpetu”, tituló este medio. La crónica destacó la reacción de Saprissa para empatar, pero la virtud de la Liga para enfriar el juego.
“A Saprissa no le alcanzó para doblegar a su rival. En el recuento, ambos pueden sentirse satisfechos: los morados, por el asedio que instalaron en el área de su contrincante en el segundo tiempo, una señal de fuerza. Y los manudos, porque en este tipo de finales no hay nada mejor que definir las cosas en la comodidad del hogar”, se mencionó la reseña escrita por el periodista Gustavo Jiménez.
Ficha del juego de ida final Concacaf 2004
Saprissa 1
José Francisco Porras; Try Bennett, Reynaldo Parks, Douglas Sequeira (Víctor Cordero, al 74′), Jervis Drummond y Juan Bautista Esquivel; José Luis López, Wilson Muñoz (Alonso Solís, al 60′) y Wálter Centeno (Rándall Azofeifa, al 87′); Gérald Drummond y Álvaro Saborío.
D.T.: Hernán Medford
Alajuelense 1
Ricardo González; Hárold Wallace, Luis Marín, Michael Rodríguez y Esteban Sirias; Luis Diego Arnáez, Pablo Gabas (Cristian Montero, al 76′), Steven Bryce y Wílmer López; Alejandro Alpízar (Víctor Núñez, al 85′) y Froylán Ledezma.
D.T.: Javier Delgado
Goles: 0-1 (32′) Wílmer López (Alajuelense), pase de Alpízar y 1-1 (60′) Alonso Solís (Saprissa), pase de Centeno.
Árbitros: Carlos Batres (Guatemala), con Efrain Rodríguez y Luis Román (ambos de Costa Rica).
Miércoles 5 de mayo del 2004, en el estadio Eladio Rosabal Cordero, Heredia, 8 p. m.
Segundo round
La serie estaba abierta. Alajuelense confiaba en cerrar bien en el Morera Soto, pero sin imaginar que el equipo sería arrollador desde el principio y hasta el final.
Con Javier Delgado como técnico, la Liga se convirtió en una máquina de hacer goles. Froylán Ledezma marcó de forma temprana, apenas en el minuto 6; después cayó un doblete de Alejandro Alpízar. Con ese 3-0 cerró el primer tiempo, que se traducía en un 4-1 en el global y la cereza en el pastel la puso el Pato López, con un gol en el minuto 76.
“Alajuelense 4 - Saprissa 0: ¡Con furia de leones!”. Ese fue el título de la crónica para el final de una historia en la que la Liga alzó el título de la Concacaf ante su eterno rival.
Este fue el relato completo, escrito de nuevo por el periodista Gustavo Jiménez:
Cada zarpazo llevaba la firma de un león herido que se jugaba el partido más importante de “su” temporada.
Porque, para Alajuelense, ganar anoche el cetro de Concacaf significaba rescatar un año de furstraciones. Y fue un goloso premio de consolación: victoria ante su gran rival, por goleada, en una demostración incontestable de superioridad.
Saprissa, en cambio, recibió una cura de humildad a tres días de disputar otra final, ante Herediano, por el Campeonato Nacional.
La noche se mostró rojinegra desde los primeros trazos. La Liga se olvidó del protocolo: desechó los consabidos minutos de estudio y se lanzó en tromba hacia el arco rival, con la idea obsesiva de vencer cuanto antes a José Francisco Porras.
No tardaron mucho en conseguirlo. Apenas a los seis minutos, Pablo Gabas reventó una centella contra el poste, de zurda. En la jugada siguiente, el argentino sacó un centro que Froylán Ledezma empujó con sapiencia a la red.
En un clásico normal, el primer gol provoca una reacción instantánea del oponente. Pero anoche Saprissa nunca tuvo respuestas.
Sin su mejor hombre de toda la campaña, Wálter Centeno, los morados dependieron de un Alonso Solís intermitente y un Wilson Muñoz que nunca terminó de engancharse.
Con su media cancha en permanente corto circuito, los tibaseños empezaron a abusar de los balones aéreos a Álvaro Saborío. Mas, el ariete no tenía la varita mágica, y fue imposible evitar la tortura de caer humillados en la casa del enemigo.
Conjunto
Luego de aquellos asfixiantes minutos, que desembocaron en el gol de Ledezma, Alajuelense cambió de libreto: pasó de la presión al toque. Abrió la cancha, se confió a la precisión de su futbol en corto y brindó un recital de juego de conjunto.
Aquella euforia inicial se transformó en delirio con los dos goles de Alejandro Alpízar. El tercero, especialmente, desnudó a una defensa visitante permisiva, incapaz de despejar hasta jugadas que parecían fácilmente controlables.
Saprissa tardó 34 minutos en hilvanar una llegada hasta el arco de Wardy Alfaro, quien se estrenó en este tipo de duelos de campanillas.
Para el segundo tiempo aquello parecía resuelto. Los morados ni siquiera ensayaron una reacción postrera, que al menos decorara un poquito los números.
Más bien, siempre dio la impresión de que la Liga estaba más cerca de redondear la goleada que Saprissa de acortar en algo la diferencia en la pizarra.
El sentimiento de desesperación quedó retratado cuando José Luis López “cazó” a Ledezma al 51, con una falta en media cancha que le valió la tarjeta roja.
Con diez hombres, tres goles en contra y una final el domingo, Saprissa terminó de desaparecer. El coraje de Try Bennett animó un poco el encuentro, aunque ya estaba claro que el trofeo regional se quedaría en las vitrinas del equipo local. Cuando cayó el cuarto gol, de Wílmer López, aquello había dejado de ser un duelo entre dos oponentes que se suponen de calibre similar.
Hace menos de un mes, los morados festejaron una polémica victoria en la casa de los rojinegros. ¡Cuántas vueltas da el futbol! Porque anoche, las caras largas se fueron para Tibás, y el júbilo se quedó entre los aficionados de un león que volvió a sentirse rey.
Ficha del juego de vuelta final de Concacaf 2004
Alajuelense 4
Wardy Alfaro; Hárold Wallace, Luis Marín, Michael Rodríguez y Esteban Sirias; Luis Diego Arnáez, Pablo Gabas (Pablo Izaguirre, al 55′), Wílmer López y Steven Bryce; Froylán Ledezma (Víctor Núñez, al 79′) y Alejandro Alpízar (Bryan Ruiz, al 71′).
D.T.: Javier Delgado
Saprissa 0
José Francisco Porras; Try Bennett, Douglas Sequeira, Jervis Drummond, Reynaldo Parks y Juan Bautista Esquivel; José Luis López, Wilson Muñoz y Alonso Solís (José Francisco Alfaro, al 59′); Álvaro Saborío (Érick Corrales, al 65′) y Gerald Drummond (Kénneth Vargas, al 72′).
D.T.: Hernán Medford
Goles: 1-0 (6′) Froylán Ledezma (Alajuelense), 2-0 (24′) Alejandro Alpízar (Alajuelense), 3-0 (40′) Alejandro Alpízar (Alajuelense) y 4-0 (76′) Wílmer López (Alajuelense).
Árbitros: José Benigno Pineda (Honduras), con Érick Mora y Vinicio Brenes (Costa Rica).
Expulsado: José Luis López (Saprissa).
Ese es el único antecedente que existe en una serie entre Alajuelense y Saprissa en la definición de un título internacional.
Según el periodista y estadígrafo Gerardo Coto, los equipos que tienen a las aficiones más numerosas en el país se midieron en semifinales en Uncaf y que los clásicos en los torneos de la Fraternidad Centroamericana eran en formato de liga, por tabla.
Rojinegros y morados escribirán un nuevo capítulo este miércoles, frente a frente, en un partido único por el título de la Liga Concacaf.