El 1-0 parecía poco para Alajuelense, el juego pintaba para cerrar así, pero el fútbol es tan impredecible que en un abrir y cerrar de ojos todo puede cambiar.
Cuando faltaban tres minutos para que el primer duelo semifinal se resolviera por la mínima en el Morera Soto, Harry Rojas se encargó de inflar el marcador y abrirle una seria herida al Saprissa, que tendrá que quitarse de encima una desventaja que puede ser más pesada de lo normal.
Los manudos visitarán el próximo miércoles Tibás con un diferencia que, si sabe manejarla, puede resultar determinante.
De Ortiz a Rojas. Nada como un gol para desatascar un partido de tonos grises. Luego de 44 minutos de un duelo destensado, la Liga le puso cifras al marcador e hizo que el Morera Soto temblara.
Antes de que la pelota moviera la red, pasó primero por el taquito de José Salvatierra y después por el gran pase de Pablo Gabas.
José Guillermo Ortiz redondeó la brillante acción con un remate cruzado que dejó hincado al guardameta Jaime Penedo.
Como ha sido costumbre entre estos clubes, los últimos clásicos no han derramado emociones que aceleren las pulsaciones al máximo, sino que han brotado algunas acciones fugaces, como el gol de Ortiz, un jugada que desarmó a la defensa saprissista y premió el empeño liguista de marcar diferencia en el primer tiempo.
La S no tuvo un primer acto brillante. La falta de claridad de mediacancha hacia adelante minó cualquier intento de provocar algún revolcón de Patrick Pemberton, quien en una sola ocasión recibió un disparo directo.
Tampoco fue que la Liga se desbocó hacia la guarida de Penedo, pero al menos presentó más argumentos para irse al descanso con una mínima ventaja.
La historia del complemento varió por las secuelas del primer tiempo. El verse contra la pared forzó a los morados a insistir más por equiparar las cifras.
Javier Loaiza celebra con Allen Guevara y el anotador del segundo tanto, Harry Rojas, al minuto 88. Graciela SolísCarlos Watson movió sus filas hacia adelante mientras Delgado apostó por defender la ventaja y contragolpear. Es decir, jugó con la necesidad de su rival.
Las lesiones de Cristopher Meneses y Jonathan McDonald le cambiaron los papeles pues perdió a dos hombres clave, aún así, quienes ingresaron cumplieron sus roles, sin ser sobresalientes.
Cuando pasó apuros, la Liga tuvo en su arquero un seguro de vida. Así lo retrató la jugada en la que David Ramírez remató solo y le desvió el esférico en una de las mejores oportunidades de Saprissa para sacar el empate.
El cierre se jugó en campo alajuelense porque los saprissistas se volcaron con todo. Pisar el área de su archirrival no surtió efecto. Lo que sí marcó diferencia fue la movida de Delgado de meter al escurridizo Harry Rojas.
El pequeño mediocampista se escondió entre la poblada defensa morada y clavó el segundo gol justo para dejar sin reacción a su archirrival. Poco después Marvin Angulo vio la cartulina roja y Saprissa quedó más desgarrado y sangrando.
Seguí acá el minuto a minuto: