“Jugar sin público me devuelve a la pandemia; siempre en casa ocupamos de ese jugador número doce que tenemos fuera del terreno de juego, que nos alienta en momentos que tal vez estamos decayendo y esta victoria se la dedicamos a ellos”, afirmó el guardameta de Alajuelense, Leonel Moreira.
A puerta cerrada, Liga Deportiva Alajuelense hizo en la cancha lo que le tocaba contra Cartaginés. Su recompensa después de ese triunfo por 2-0 con goles de Joshua Navarro y Carlos Mora —con un hombre menos—, es que es más líder del Torneo de Apertura.
Sin embargo, no hay duda de que faltó algo, en un partido sin ambiente de fútbol, en silencio, pero donde todo se escuchaba.
Fue en un juego a puerta cerrada, en el que se castigó a toda la afición por la conducta inapropiada de unas cuantas personas y que incurrieron en gestos racistas contra Kendall Waston cuando se acabó el clásico del 3 de setiembre.
Una sanción que debe verse como una llamada de atención para que de una vez por todas desaparezcan los insultos, las manifestaciones y los gestos racistas o discriminatorios, así como cualquier tipo de violencia de los estadios.
En las afueras del Estadio Alejandro Morera Soto no se vendían pastelillos ni carne asada; tampoco estaban los cuidadores de carros, los parqueos cercanos no colapsaron y los bares y restaurantes tampoco tuvieron la clientela acostumbrada cuando la Liga juega en casa.
Adentro de la casa rojinegra, todos los puestos de comida estaban cerrados. En cuanto a personeros de seguridad privada, esta vez acudieron justo los necesarios.
No hubo desvío de vehículos y los portones estaban cerrados. Fue un partido sin ambiente de fútbol.
Adentro, todo se percibía raro, se sentía un frío mezclado con soledad y por momentos retumbaba una especie de eco. Faltaba una hora para el inicio del juego y las luces no se habían prendido en su totalidad porque ni siquiera era necesario.
Noche de partido a puerta cerrada pic.twitter.com/khDtOLzvhw
— Fanny Tayver Marín (@FannyT_LN) September 14, 2023
En platea sur se ubicaron los integrantes de la dirigencia del Cartaginés y en un bloque de la platea este se sentaron los directivos de la Liga, a excepción del presidente Joseph Joseph. Como es ya su costumbre, él prefiere ver el juego desde un lado de la cancha.
A los miembros de la prensa se les asignaron sus sitios de siempre y no había nadie más. Daba la sensación de que las narraciones de las diferentes emisoras se entremezclaban y es muy posible que los jugadores escucharan todo eso desde la cancha.
Así como también desde esa parte de la grada se podían percibir algunas cosas que decían los protagonistas adentro, las indicaciones de los técnicos y hasta algunas situaciones con los mismos árbitros.
En medio de ese panorama desolado, el gerente general de Alajuelense, Ricardo Chacón, dijo una vez más que fue una pena que no se hicieran las cosas de una manera justa.
Insistió en que durante el clásico hubo errores de los árbitros y los comisarios que influyeron en que el problema no se acabara cuando Javon East le dijo a William Mattus que había escuchado algunos sonidos racistas, durante el primer tiempo. Eso no quedó en ningún reporte, del árbitro ni los comisarios, y por lo tanto, no se sancionó.
A hoy, muchas personas creen que el castigo al Morera Soto fue por la denuncia de Javon East. No fue así. La sanción se dio por otros dos hechos señalados por la comisaria Karina Rodríguez.
El primero fue que se sacó del estadio a un aficionado al minuto 76 por manifestaciones racistas. El otro porque cuando el partido se acabó y los jugadores se iban para los camerinos, hubo sonidos racistas de unos aficionados en platea sur hacia Kendall Waston.
“Se castiga a quien no debe haberse castigado, pero aquí estamos. Hubo un pésimo manejo de los protocolos, se hacen campañas, pero al final, a la hora de poner en práctica no se utilizan de manera adecuada, no sé si por desconocimiento o por qué y al final nos castigan y eso no es correcto”, expresó el gerente general de Alajuelense, Ricardo Chacón, cuando atendía a Columbia en la transmisión previa al juego.
El Tribunal Disciplinario rechazó la apelación de Alajuelense y él considera que la resolución no fue la adecuada, pero dijo que “en Costa Rica hay que luchar y pelear no solo en la cancha, sino fuera y lo haremos en la instancia que sea”.
Ricardo Chacón fue enfático en que Alajuelense repudia el accionar de esos aficionados contados con los dedos de las manos que metieron en problemas al club con conductas inapropiadas en el clásico.
“Hemos estado en reuniones con el gobierno, la Defensoría de los Habitantes, estamos capacitando a la seguridad, a los acomodadores y al personal nuestro para que en caso de que vuelva a suceder, no tengamos que esperar a que Unafut ni los árbitros hagan nada, sino nosotros, de parte nuestra tomar las acciones y evitar que pase a más”, expresó.
Además, aprovechó para hacerle un llamado vehemente al liguismo, para que entre todos luchen por cortar de raíz con problemas de este tipo.
“Le pedimos a nuestra afición que nos ayude, porque esto fue el resultado de unos pocos aficionados que vienen a ensuciar el fútbol y a manchar lo que todos queremos tanto y por lo que todos trabajamos. Ojalá entre todos ayudemos para que no vuelvan a presentarse este tipo de situaciones”.
Si se analiza en términos económicos, Ricardo Chacón confesó que al sacar costos, ese partido a puerta cerrada implicó que Alajuelense dejara de percibir poco más de ¢20 millones.
El reencuentro de Alajuelense con la afición rojinegra será este sábado, a las 8 p. m., cuando la Liga reciba a Puntarenas FC.
Ricardo Chacón contó que tienen planeada una serie de actividades, como la presentación de la Banda de Acosta con canciones típicas como parte de la celebración de los 202 años de la Independencia.
Las primeras 300 personas que lleguen con banderas de Centroamérica, excepto la de Costa Rica, entrarán gratis al estadio en sectores no numerados. Lo que el club pretende es que sea una noche de patriotismo y de buen fútbol.
Ya a la venta las entradas para el juego de este sábado en el Alejandro Morera Soto 🆚 Puntarenas.
— Alajuelense Oficial (@ldacr) September 13, 2023
🚨Las primeras 300 personas con banderas de los países hermanos de América Central (excepto 🇨🇷 ), entrarán gratis al estadio en sectores no numerados.
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Después del silencio y la desolación en un partido a puerta cerrada, el Morera Soto volverá a contar con el calor de su gente. Y eso es algo que propios y extraños agradecen.
“Fue feo, a mí no me gusta jugar así, la afición es ese ingrediente especial en el fútbol. Ya cumplimos con el castigo y simple y sencillo, esperamos que todos seamos medidos con la misma vara”, afirmó Giancarlo González.
Mientras que Paulo César Wanchope dijo que este tema en sí no es propiamente del fútbol, sino de la sociedad, pero que el balompié es una herramienta importante para crear conciencia y eso se está haciendo.
Por ejemplo, a Cartaginés también le impusieron una multa importante por los insultos de algunos aficionados brumosos contra Luis Ronaldo Araya el domingo pasado.
“Se tomaron decisiones y no es toda una afición o una institución, fueron unos cuantos y en este momento le tocó a Alajuelense, pero en otros estadios se da también y ahora será más riguroso el protocolo”, apuntó Paulo Wanchope.
Inclusive, dijo que a ellos mismos no les gustó en lo absoluto jugar a puerta cerrada, aunque fueran visitantes.
“No es lo mismo por razones obvias, pero entendemos la situación. El cambio se va a dar poco a poco y nosotros somos responsables de poder guiar sobre todo a los más jóvenes”.
La Liga purgó el castigo, jugó a puerta cerrada y trabaja con acciones firmes para que algo así no se vuelva a presentar. Para eso, necesita la ayuda de toda la afición.
Así va el Torneo de Apertura 2023
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