Albert Rudé explica que jugar con el balón el máximo tiempo posible para intentar someter es parte de su propuesta con Alajuelense y que eso hace que muchas veces se tenga que defender espacios grandes, lo cual implica equilibrio.
Dice que cuando el rival se planta con un bloque más bajo, se tiene que encontrar la forma de estirarlos y eso se provoca con otro tipo de juego que es menos de toque.
“Esto es un tema de ir reaccionado dependiendo de lo que te reclama el partido y creo que todos los entrenadores tienen un estilo, eso es evidente. Yo tengo el mío, pero no hay que dejar de entrenar lo que el juego te puede pedir. Es decir, yo quiero jugar con el balón, de toque, pero si el juego me pide jugar un poco más en largo, yo voy a jugar en largo”, mencionó Rudé.
Aclaró que eso no significa renunciar al estilo, sino adaptarse a lo que el juego demanda para buscar los tres puntos. Su pensamiento es que debe ser inteligente e ir leyendo lo que reclama el partido para poder adaptarse y reaccionar a lo que sucede en el campo.
Pero esta vez respondió consultas no solo enfocadas en su filosofía y en lo que quiere conseguir con Alajuelense, sino que Rudé permitió mostrarse cómo es fuera de la cancha.
“A nivel personal soy un tipo muy tranquilo, intento hacer vida normal, soy un simple entrenador, me dedico a eso y ya está. Intento hacer vida normal, con mi familia que ya llega pronto y Costa Rica es un país que a mí me encanta. Me encanta como país, como idiosincrasia, como naturaleza, creo que tiene una riqueza inmensa en este país y estoy feliz de estar aquí con mi familia”.
En 2018 había estado en el país y cuenta que desde entonces le gustó. Esa visita fue porque vino a brindar una capacitación y aprovechó para presenciar un clásico en el Estadio Alejandro Morera Soto entre Alajuelense y Saprissa, que terminó con una victoria rojinegra, con gol Jonathan McDonald.
“Fue hace tanto tiempo y han pasado tantos partidos desde ese día... Había público además y pude sentir a la gente y me quedé con esa sensación. La verdad es que ojalá pueda haber gente pronto para sentir el apoyo”, mencionó el español.
Rudé asegura que siempre se maneja bajo la línea del respeto, ya sea con los jugadores, los rivales, los compañeros de profesión, los otros entrenadores y los periodistas.
“Siempre mucho respeto, a mí me gusta mucho hablar del juego, disfruto y me gusta mucho conversar del juego. A partir de ahí ya lo saben, siempre con mucho respeto. Yo soy una persona muy tranquila, que ha vivido en diversos países y me gusta mucho empaparme de la idiosincrasia de cada país y creo que aquí puedo crecer mucho como persona y mi familia también, que está muy contenta de estar en un país como Costa Rica”.
Cuenta entre risas que de estos primeros días en Costa Rica no ha tenido problemas para adaptarse, ni con palabras muy ticas, como ‘mae’, pero sí le llama la atención la expresión ‘diay’.
“No estoy teniendo problemas, pero sí con alguna palabra siempre consulto. Piensa que yo soy de Barcelona, mi primera lengua materna fue el catalán, luego aprendí el español y el inglés. Cuando llego a Pachuca tenía compañeros mexicanos, argentinos, uruguayos... Tuve que reaprender mi español y hablo, pero totalmente puedo hablar como argentino, te cambio a uruguayo, te cambio a mexicano y luego a español de Madrid, bien del centro. Yo también entiendo que a veces la gente diga ‘pero este no era español’. No hay ningún problema con eso y nos hace crecer a todos, en temas culturales”.
Después de eso, confesó que cuando empezó a escuchar esa expresión ‘diay’ tenía la curiosidad de descubrir qué connotación tenía.
“Es como una expresión más y palabras de este tipo, pero en general ellos saben que yo puedo tener algún problema con alguna palabra e intentan también ajustarse. No he tenido ningún problema de entendimiento con ningún jugador y más así, de temas de esto, de compañeros ticos que charlando informal te sueltan alguna expresión de estas”.
Rudé es aficionado al Barcelona y asegura que lo marcó la época de Josep Guardiola, pero tiene una anécdota, porque antes de trabajar con equipos lo hacía en la parte de asesoramiento táctico individual con jugadores, en más de diez ligas del mundo.
Al contar eso, aclara que era solo asesoramiento táctico, nada de representación y que del Barcelona no tuvo ninguno, pero sí trabajó con un futbolista del Real Madrid.
“No te puedo decir nombres por un tema de confidencialidad, de privacidad, pero me tocó uno en la primera época de (Carlo) Ancelotti. Imagínate, uno del Barcelona trabajando en el Real Madrid, me trataron muy bien, me lo pasé fenomenal, un club señor y aún siendo del Barcelona tuve esa experiencia que la disfruté mucho”, relató.
La Nación mostró 15 fotografías de Rudé en su debut como técnico de Alajuelense y esas imágenes eran una radiografía que evidenciaba la intensidad con la que dirigió ese partido. El español cree que esas escenas se repetirán cada vez que juegue la Liga.
“Me comporto así porque siento el juego y siento a mi equipo, yo le pido al equipo concentración al 100% desde el primer minuto hasta el último, le pido intensidad al 100% y yo tengo que ser una conexión con eso. Entonces, me van a ver así, siempre con mucho respeto, para los árbitros, para los jugadores, para los rivales, pero enérgico. Soy así, soy un tipo tranquilo, pero cuando pita el árbitro me conecto mucho y siento mucho el juego”.
Al ser un apasionado y un estudioso del fútbol, ve muchos técnicos y dice que podría tirar mil cosas y comenzó por Pep Guardiola, pues dice que lo marcó mucho ese Barcelona en 2008, porque pudo vivir de cerca esa etapa.
“Me encantan equipos que presionan como los de (Marcelo) Bielsa, de (Jürgen) Klopp. Me encantan equipos organizados como el Mónaco de Kovac, me encantan equipos que someten en cancha rival prácticamente siempre imponiendo condiciones como (Roberto) De Zerbi con el Shakhtar. El mismo (Mauricio) Sarri, los mismos italianos me encantan. Estudié un curso en Italia y aprendí mucho de la filosofía de ellos, que son muy tácticos. Te podría decir muchos entrenadores, me gusta mucho el fútbol e intento rescatar lo mejor de cada uno”.
Rudé está contento al saber que se aproxima el regreso de los aficionados a las gradas, porque tiene muchas ganas de vivir ese ambiente que ya una vez experimentó en el Morera Soto, pero que ahora será distinto, porque lo sentirá estando desde el banquillo.
“Tengo muchas ganas, pude sentir ese ambiente cuando vine aquí y tengo muchas ganas, el equipo, los jugadores también, todos tenemos ganas de contar con ese apoyo y tener a nuestra afición apoyándonos ahí”.
Reiteró que a los 14 años se dio cuenta de que quería ser entrenador. También fue jugador y llegó a la tercera división española.
“Disputamos un playoff a segunda que no pudimos ascender y tuve una grave lesión a los 24 años y tuve que dejar el fútbol, no pude competir más. Era un jugador que me basaba mucho en mi físico y al tener esa lesión no pude competir otra vez al 100. Y le doy las gracias a mi club en ese momento, porque me dio la Sub-19. Yo no tenía experiencia como técnico consagrado para llevar una Sub-19, que es muy fuerte en España, es una categoría fuerte en España y me dieron la oportunidad de trabajar y es cuando hice el paso de jugador a banquillo”.
Hoy, el fútbol y el destino lo tienen viviendo una experiencia que él mismo asegura que anheló desde hacía mucho. Hoy es el técnico de Alajuelense y después de ese estreno con victoria, viene otro partido importante.
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