Alexánder Vargas, técnico de Grecia, terminó golpeado. La paliza 7-0 sufrida ante Saprissa fue un golpe muy amargo para él, y al finalizar el partido, según dijo, en el propio banquillo, decidió renunciar.
De acuerdo con lo establecido por la Unafut, el entrenador del equipo visitante es el primero en atender las conferencias de prensa, pero la dirigencia de Grecia solicitó un cambio. Primero habló Vladimir Quesada, entrenador de Saprissa, y luego llegó Vargas para anunciar que daba un paso al costado.
“Cuando pierdes de esa manera, al menos a mí me da pena y vergüenza. Uno debe tener dignidad. Estuve aferrado a la mano de Dios y sé que hay momentos en que uno debe dar un paso atrás, reflexionar sobre las cosas”, manifestó Alexánder Vargas. Antes de dar declaraciones, se reunió con los dirigentes del club, quienes de una vez definieron que Gabriel San Román asumirá la dirección técnica.
“Al finalizar el partido, en el mismo banquillo, tomé la decisión de retirarme. Es lo mejor para el grupo y la institución. Lo ideal es que venga alguien con su trabajo para enderezar esto. Me voy con un horrible 7-0, pero me voy con la tranquilidad de haber trabajado hasta el último minuto. Quienes están en la dinámica del fútbol deben comprender cuando suceden este tipo de cosas”, expresó el timonel.
Vargas deja a Grecia en el último lugar y sin haber ganado un solo partido en la presente temporada. Alexander dirigía a Carmelita en la Liga de Ascenso y fue llamado para ocupar el cargo que anteriormente tenía Mauricio Wright como entrenador de Grecia.