Alexandre Guimaraes regresará al Estadio Ricardo Saprissa siendo el mismo de siempre, con la única diferencia de que ahora es la mente maestra dentro de Liga Deportiva Alajuelense.
El técnico rojinegro ya había dicho que a él le encanta estar en finales y que si le hubiese tocado ver estas instancias por televisión, estaría muy triste. Pero no es así.
Su sola presencia en el banquillo rojinegro le da otro aire a Alajuelense y pone a pensar a más de uno. Es el efecto Guima, del que tanto se habla. Con la ventaja de 1-0, la Liga llega a la Cueva con la firme intención de salirse con la suya y lograr que el desenlace de este campeonato se extienda a dos partidos más, en una gran final.
Su retorno al fútbol nacional lo hizo explorar a fondo los rincones del Estadio Alejandro Morera Soto, pero lo llevó también a otros escenarios, como el Edgardo Baltodano en Liberia; el Fello Meza en Cartago, la casa de Pérez Zeledón, el Estadio Carlos Alvarado en Santa Bárbara, el Ernesto Rohrmoser en Pavas y el Ebal Rodríguez en Guápiles.
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Uno de los escenarios que le falta por visitar es la Cueva, donde vivió una parte importante de su carrera, como futbolista y como entrenador.
¿Cómo se imagina el regreso a un estadio que tiene mucho significado para usted y un pasado interesante? ¿Qué sentimiento le da volver a Tibás, ahora del otro lado?
Esa pregunta la recibió Alexandre Guimaraes en su charla con los medios de comunicación antes del partido decisivo de este domingo entre Saprissa y Alajuelense.
Con su experiencia, no resultó una pregunta incómoda y sin pensarlo mucho contestó: “Es que voy a regresar a un lugar donde fui feliz, conseguí todo lo que uno como entrenador y como jugador quiere conseguir.
”Así que desde ese aspecto, volveré a un sitio que ansiaba volver. Y lo volveré a vivir en una final, que puede ser que haya otra final. Esto para mis memorias va a ser algo que debe estar en blanco y negro”, aseguró.
El técnico manudo disfruta su presente al frente de la Liga. Es una etapa que vive al máximo y su vida no ha cambiado en lo absoluto. Sus rutinas diarias siguen siendo las mismas.
Por ejemplo, el viernes salió como de costumbre a hacer su caminata matinal en los alrededores de La Sabana, junto al preparador físico, Martinho Do Prado, quien vive cerca de su casa.
Fue al Centro de Alto Rendimiento (CAR) en Turrúcares para dirigir la penúltima práctica antes del clásico del domingo y el plan era regresar a su hogar para seguir la rutina casera de los viernes.
“No tengo por qué cambiar nada”, citó Alexandre Guimaraes y cuando se le consultó cómo se ‘despista’ un poco, o cómo es el Guima fuera de su rol de técnico, reveló que en cuanto a lectura, tiene un libro nuevo.
“Es de un colega de ustedes, que me lo regaló, Gustavo López. Y que me lo voy leyendo de a poquitos. Aparte del seguimiento que hago de periódicos internacionales que me gustan, como The Guardian, El País y otros. Que los sábados principalmente tienen gente que escribe en diferentes periódicos en deportes, que son muy buenos. Y ahí voy matando el tiempo, hasta llegar a las 4 p. m. del domingo”.
En esas caminatas por los alrededores de La Sabana, mucha gente lo detiene. Pueden ser liguistas, o aficionados de otros equipos. ¿Le dan consejos?
“Consejos no, porque la cosa va bien, pero sí me topo gente. Me paran y me dicen: ‘Vamos’, o que esto y aquello y bien... No tengo por qué andarme escondiendo”.
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Alajuelense tiene mucha solidez defensiva, porque la frialdad de los números indica que los rojinegros tan solo encajaron un gol en los últimos cinco partidos.
Una de las dudas es si para este domingo, la Liga podría tratar de aprovechar más la velocidad de sus hombres y tener mayor eficacia con las ocasiones que genera.
Al referirse a eso, Guimaraes contó que el jueves, el grupo que jugó en el clásico hizo recuperación; mientras que los futbolistas que tuvieron pocos minutos, o no jugaron, hicieron un trabajo especial de definición.
“Vos jugando de la manera en la que se juega el torneo local, no solo acá, dependiendo del reglamento para las fases finales, vos podés ser campeón casi sin ganar ningún partido. Si empatás los dos partidos y ganás en penales, pasás.
”Así que si lo ganás 1-0 es una ventaja. En ese sentido, lo que más me alegra es ver que el equipo sigue siendo sólido colectivamente en la solidaridad defensiva. Y que eso es básico para el levantón que el equipo ha tenido desde que nosotros estamos acá”, detalló.
Entre los aciertos de Guimaraes, es que rescató a jugadores que estaban relegados al olvido, como Kevin Cabezas. O que otros elevaron su nivel, como Celso Borges, Joel Campbell y hasta el mismo Aarón Suárez.
La Nación le consultó a Alexandre Guimaraes qué fue lo que cambió para que Aarón Suárez se vea más participativo.
El técnico liguista indicó que lo primero es su apertura a escuchar las recomendaciones que ellos le han querido transmitir, porque hay jugadores que a veces se cierran y no aceptan ningún consejo.
“Ha sido un jugador que desde que llegamos, hemos ido hablando con él. Para nosotros está siendo muy importante, ya sea de entrada o como relevo y porque está también teniendo participación en las dos fases de juego. Eso le ha dado un salto de rendimiento”, comentó Guima.
También expresó que Aarón Suárez se soltó, es más vertical y ahora tan solo le falta lo que siempre se les pide a todos los jugadores, que es poder hacer eso continuamente.
“Con los pasos que ha ido dando, nosotros estamos muy satisfechos”, añadió el estratega de Alajuelense.