La seguridad fue una de las virtudes del portero Álvaro Mesén. El fútbol lo premió con dos Mundiales pero no le permitió jugar en las Copas.
“Estar (en el Mundial) es una gran vivencia. Jugarlo es el broche de oro”, expresó.
Mesén defendió el marco de la “Sele” en 36 partidos, 16 de ellos eliminatorios. Su historia forma parte de la serie La gloria sin Mundial que produjo ADN Radio (90.7 FM).
Mesén debutó en la temporada 92-93 con Carmelita pero su salto a Alajuelense lo empujó al éxito.
Con los manudos obtuvo ocho títulos y destacó en la Concacaf.
Rumbo al Mundial del 2002, su rival deportivo era Erick Lonis. “Habíamos desarrollado una competencia muy sana”, dijo.
Entre el año 2000 y el 2001 participó en el campeonato tico, la Concacaf y el torneo Merconorte. Además, jugaba eliminatorias.
Acumuló casi 50 partidos sin descanso y la carga lo fatigó.
“Me comí los seis meses en los cuatro torneos y eso en algún momento iba a dar el golpe en el rendimiento”, expresó.
Jugó el primer partido de la hexagonal en febrero del 2001 pero luego Lonis se adueñó del puesto y fue el titular en Corea-Japón.
Como jugador del “Team”, Mesén entró en la lucha por estar en Alemania 2006. El “contendiente” era José Francisco Porras.
El morado fue escogido por Alexandre Guimaraes para jugar y de esta forma, Mesén completó su segundo Mundial sin minutos.
“A uno le hubiera gustado participar pero a veces no se tiene el control del destino”, recalcó.
Tras su paso por Liberia, Mesén terminó su carrera en el 2010.
“Quedé tranquilo cuando me retiré porque en situaciones críticas apoyé al grupo antes que los intereses personales”, finalizó.