La delantera de San Carlos pasó de un día para otro a tener dos nombres temidos por los defensores del país: Álvaro Saborío y Jonathan McDonald. Ambos son depredadores del área y generan peligro con solo su presencia.
Con el regreso de Saborío al fútbol, el goleador sancarleño compartirá vestuario y delantera con McDonald, quien se había convertido en un líder de los Toros del Norte. Solo para dimensionar la capacidad goleadora de ambos, en abril pasado Mac empató a Sabo con 165 como los dos jugadores que ocupan el cuarto puesto del escalafón de anotadores del torneo nacional.
Saborío vuelve al fútbol a los 41 años y después de un año y unos meses de retiro, período en el que se dedicó a trabajar en el mundo ganadero y al ciclismo de montaña, decidió aceptar una oferta del nuevo presidente norteño, Luis Carlos Chacón.
“Tanto McDonald como yo somos lo suficientemente maduros como para saber cómo movernos y entendernos en la cancha. Conocemos nuestro estilo de juego, así que creo que podemos entendernos”, afirmó Saborío al ser consultado sobre su compatibilidad.
El futbolista sonrió al describir el poder ofensivo que la institución puede tener gracias al aporte de ambos. “La verdad es que son pocos los equipos que normalmente cuentan con dos goleadores históricos, así que estoy contento. Ahora lo que debemos hacer es tratar de marcar la mayor cantidad de goles posible para que el equipo sume”, dijo.
Saborío confirmó su regreso después de conversar con su familia, especialmente con su esposa, Carolina Quesada. “Hablé con ella y le pedí que me comprendiera, porque sé que ya habíamos puesto un punto y final, pero bueno, disfruto jugando y soy feliz en el campo, así que eso me motiva”, destacó.
Álvaro afirmó que, en principio, este será el adiós definitivo, aunque... “Ojalá llegue diciembre y tenga esa duda, que estos cuatro meses sean tan bonitos que no sepa si retirarme o no”, aseguró.
Un motivo que llevó a Álvaro a tomar la decisión fue que su hijo menor, Josué, tiene muy pocos recuerdos de su padre en el campo, ya que cuando Sabo se retiró, su hijo tenía solo cuatro años. “Ese fue uno de los motivos de mi regreso, hacerme la idea de seguir compitiendo. Uno de los motivos es que ellos me vean haciendo goles; a los dos les gusta mucho el fútbol. El menor tiene ya seis años y le gusta ver videos de cuando yo anotaba, así que puede ser bonito que ahora me vea jugando”, agregó.
Álvaro Saborío volverá a vestirse de corto y comenzará a entrenar a partir del próximo lunes.