Ladran, luego cabalgamos, una de las expresiones más escuchadas. Trillada, quizá, pero vale la pena utilizarla una y otra vez cuando alguien avanza a pesar de las críticas.
Y avanzó Ángel Catalina, gerente deportivo de Saprissa, quien armó un equipazo, dijo Juan Carlos Rojas, presidente de los morados, y logró el cetro número 37 para la institución.
Catalina superó los cuestionamientos cuando apenas tenía seis meses en el club. En ese momento, un sector de la afición ponía en duda sus contrataciones. Para algunos Saprissa no tenía norte con el sevillano, pero año y cinco meses después, Catalina les puede restregar a sus detractores que en este periodo alcanzó tres títulos, dos nacionales y una Supercopa.
Don Ángel a nadie le va echar en cara lo que ganó en poco tiempo en el cuadro saprissista, no es su estilo, tampoco creo que se maquillará para aparecer en un documental; todo lo contrario, en esta serie final frente a Herediano siempre conservó un perfil bajo.
“En otro momento hablamos. Mejor entreviste a Jeaustin (Campos) y a los muchachos (jugadores)”, me dijo Catalina cuando le pedí una entrevista, luego de que Saprissa le ganara a Herediano la final de la primera fase del torneo y se preparaba para verse en la gran final.
Con la Copa 37 en la vitrinas tibaseñas, Catalina estaba feliz, sonriente y eso que es un tipo que le cuesta esbozar una sonrisa. Pero cumplió el objetivo y es lógico que irradiara felicidad, pero siempre a su estilo, tranquilo, alejado de los flashazos y los videos para redes sociales.
Probablemente no faltará quien me diga que Ángel Catalina logró lo mismo que otros gerentes deportivos, puede ser, la diferencia es el tiempo. Catalina lo hizo en año y cinco meses, otros necesitaron cinco años y un documental para dar a conocer su labor.
Creo que don Ángel se apega al pensamiento de Antonio Solana, gerente deportivo de Alajuelense, quien dijo: “el director deportivo no tiene por qué ser famoso”.